COLUMNA INVITADA

Cambio climático, no es alarmismo

Necesitamos llevar a cabo todas las medidas necesarias que estén a nuestro alcance para adaptar a México ante las inminentes consecuencias del calentamiento global

OPINIÓN

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Xóchitl Gálvez / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Muy altas temperaturas sobre las tierras y océanos; intensas e interminables lluvias y temporales; sequías extremas, sed y escasez de agua o inundaciones; frecuentes e incontrolables incendios.

No es un pasaje de una novela futurista ubicada en un planeta de una galaxia lejana.

Tampoco es alarmismo o ambientalismo oportunista. El cambio climático es una emergencia que ningún país del mundo puede postergar. Es la realidad que nos consume y nos abruma día con día.

En tiempos de paz, la batalla más trascendente que tiene que librar la humanidad entera es el combate al cambio climático; así lo advirtió el ex secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon en el año 2014.

Sin embargo, han pasado ocho años y aún nos negamos a asumir las graves consecuencias que ya padecemos a causa del calentamiento global.

Ni siquiera el un aumento en los impactos de los ciclones tropicales, acidificación de los océanos o el aumento del nivel del mar, que ha reportado el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU, han incidido en mayor conciencia de la gravedad de las consecuencias del calentamiento global.

Desde hace ya varios años que pasó de ser un problema meramente ambiental a una real amenaza a la economía, la salud, la agricultura, e incluso en la paz en la convivencia entre personas.

Millones de personas están expuestas a una grave inseguridad alimentaria y malnutrición relacionadas con la reducción de la seguridad hídrica, sea por escasez o inundaciones.
Respecto a la salud, hay un incremento de enfermedades diarreicas, incluido el cólera y otras infecciones gastrointestinales.

Adicionalmente, el aumento de la exposición al humo de los incendios forestales, al polvo atmosférico y a los aeroalérgenos han sido asociados con trastornos cardiovasculares y respiratorios.

Ninguno de estos datos es ajeno a nuestro país. De acuerdo con especialistas del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, México es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático debido a sus características geográficas, condiciones socioeconómicas y su grado de susceptibilidad o incapacidad para enfrentar sus impactos.

Por ello, México debe dar prioridad a aplicación de políticas ambientales y procesos de planificación climática.

Es necesario escuchar las voces de quienes están dando la lucha contra esta crisis: los jóvenes.

Como lo ha señalado Greta Thunberg: al parecer le: estamos fallando a las nuevas generaciones. La gente joven está empezando a sentir una traición.

En efecto, los gobiernos le estamos fallando a quienes desean tener una vida adulta en condiciones ambientales saludables.

Ya es hora de que esta generación de adultos asumamos nuestra responsabilidad respecto a la conservación de la vida en el planeta.

Necesitamos llevar a cabo todas las medidas necesarias que estén a nuestro alcance para adaptar a México ante las inminentes consecuencias del calentamiento global.

Ya no es por nosotros. Es por nuestros hijos y nuestros nietos.

POR XÓCHITL GÁLVEZ
SENADORA DEL PAN
@XOCHITLGALVEZ

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