ANÁLISIS

¿Qué pasa en Ucrania?

Hay una tergiversación descomunal de los medios convencionales, que al unísono se han plegado a un esquema maniqueo de buenos y malos

OPINIÓN

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Ismael Carvallo / Análisis / Opinión El Heraldo de México

Podría decirse tal vez que nadie esperaba una repuesta de Putin de esta magnitud y escala. En lo que a mí respecta, esperaba más bien que un conflicto en serio, de dimensiones de guerra mundial. De darse, sería en función de un antagonismo con China. Pero ha ocurrido con Rusia.

No es tan sencillo dar respuesta a la pregunta titular de este artículo, y lo que de entrada observo es una tergiversación descomunal de los medios convencionales de información, que al unísono se han plegado todos a un esquema maniqueo de buenos y malos en función del cual hay un villano solamente: Putin y Rusia. Una víctima: Ucrania, y un conjunto de héroes: Biden, Estados Unidos, el presidente Zelenski y punto. Todo claro entonces: los buenos de un lado, el malo del otro (Hitler reencarnado en Putin) y todos a tomar partido cantando Give Peace a Chance, del cretino histórico de John Lennon, con la ONU como árbitro celestial actuando en nombre del género humano.

Se trata de una caricatura reduccionista de un conflicto histórico y complejo, que proyectada sobre la pantalla de los Derechos Humanos, genera una reacción infantil de evidente condena ante el dolor que produce la guerra, cuya desaparición absoluta pasa a convertirse entonces en clamor universal.

Pero basta con hurgar un poco en medios y plataformas alternativas, o con acudir a investigaciones más rigurosas de historiadores o estudiosos de la geopolítica, para darte cuenta de que la reencarnación de Hitler está más bien en algunos funcionarios

neonazis o neofascistas que, luego del derrocamiento del presidente pro ruso Yanukóvich, en 2014, ingresaron a los gobiernos pro occidentales en Ucrania (Turchínov, Poroshenko, Zelenski); que los ataques a población rusa o ucraniana pro rusa –además de ser cristiana ortodoxa– en la región del Donbas llevan ocho años (Guerra del Donbas), y que esos rusos consideran a Putin como su única salvación; o que la OTAN no ha hecho otra cosa que provocar la reacción de Rusia, al ampliar su radio de influencia amenazante en Europa del Este desde la caída de la Unión Soviética al día de hoy, que pasó más o menos de 16 estados miembros en 1991 a aproximadamente 30 en la actualidad, estando en la lista de espera para ingresar, ni más ni menos que Georgia y… Ucrania.

Era evidente que tal expansionismo provocaría la reacción que comento, toda vez que la razón de ser de la OTAN, desde su origen en 1949, fue precisamente combatir a la Rusia soviética: es claro que siguen con el mismo objetivo, sólo que ahora contra un jefe de Estado que se opone a la decadencia progresista, burguesa y postmoderna occidental, que sabe que el islam es una amenaza de verdad (segunda guerra de Chechenia) y que a mí me recuerda más o menos a Lenin, cuando dijo que la paz es una tregua para la guerra, y la guerra una forma de lograr una paz, algo peor o algo mejor.

POR ISMAEL CARVALLO
ASESOR EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@ISMAELCARVALLO

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