Nuestra política exterior se está llevando con dos agendas cuando menos.
De un lado, la de la Presidencia de la República. La que hace pública de viva voz el propio presidente Andrés Manuel López Obrador desde sus mañaneras, y/o que expresa de puño y letra en cartas y comunicados oficiales, asesorado por su vocero y “otros” compañeros.
Del otro, la que se lleva desde la Secretaría de Relaciones Exteriores. La que se manifiesta en los foros internacionales y desde nuestras embajadas, y la que el propio canciller, Marcelo Ebrard, expresa desde su posición, y no pocas veces en solitario y con elocuentes silencios.
Los casos de España y del Parlamento Europeo exhiben claramente posiciones contradictorias entre una y otra instancia del propio gobierno (ante la invasión de Ucrania también, pero lo comentaremos en otro momento).
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, no sólo no fue recibido en lo personal por AMLO, sino que le dio la “bienvenida” desde la mañanera con una filípica contra las empresas ibéricas y recordando el por qué consideraba la “pausa” en la relación.
Ebrard, a su vez, acogió a su homólogo español con gran cordialidad; escuchó abogar a Albares por las empresas de su país –no retroactividad, pidió, frente a una nueva Reforma Eléctrica-; y ambos signaron “acelerar” la relación.
El caso del Parlamento Europeo es todavía más grotesco. Ya conocemos, de propia voz de López Obrador, que fue él –junto con Jesús Ramírez y otros compañeros– quien redactó la carta de respuesta al pronunciamiento sobre la situación de los periodistas y de los defensores y la justicia en México.
El secretario de Relaciones Exteriores no fue requerido para ese menester. Y dado que no lo tomaron en cuenta, Ebrard ha respondido hasta ahora con la misma moneda, con un equivalente al “resuélvanlo ustedes…”.
Entonces se echó a andar la maquinaria de Morena. Vinieron las cartas de sus 18 gobernadores en “defensa de la soberanía” y de AMLO; declarando “inaceptable el intento por intervenir en la política energética de nuestro país con el pretexto de los derechos humanos y las libertades”.
Desde el Senado, dos posiciones también: la de los radicales de la bancada guinda con su propia carta, rechazando “la resolución injerencista del Parlamento Europeo sobre México”, y los no firmantes, con la “salida” propuesta por Ricardo Monreal.
Desde la presidencia de la Jucopo, el zacatecano propuso a la presidenta del Parlamento Europeo “una reunión de alto nivel para dialogar y resolver las diferencias”.
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GEMAS: Obsequio de la Fiscalía de Chihuahua: fue asesinado al salir de su casa, José Trinidad Baldenegro, defensor del medio ambiente que combatía la tala ilegal y otras explotaciones de tierra en territorio tarahumara.
POR MARTHA ANAYA
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