La renuncia de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, era esperada hace semanas, pero cuando se dio oficialmente ayer, provocó especulaciones de todo tipo.
Al margen de lo que pudiera ser o haya sido la realidad, dentro y fuera del país se le consideraba como la principal representante moderada en un gabinete que muchos ven como "radical".
La dimisión llamó la atención en EU, principal socio comercial y financiero de México. De acuerdo con por lo menos una versión, una divergencia en torno a posturas mexicanas sobre cómo abordar situaciones previstas al tratado comercial con EU y Canadá (T-MEC), habría sido la gota que derramó el vaso en una relación deteriorada ya por desacuerdos en torno a la liberalización de importaciones, en especial de alimentos, sin supervisión fitosanitaria, con un potencial impacto negativo sobre las exportaciones agropecuarias mexicanas.
De hecho, por lo que se sabe, lo que hubo en realidad fue una acumulación de temas que incluyen, entre otros, la decisión de legalizar miles de autos importados ilegalmente, el entorno respecto a la explotación del litio, en los cuales Clouthier se habría sentido relegada.
Algunos medios pusieron énfasis en que Clouthier era la punta de lanza en los trabajos de paneles encargados de buscar solución a las quejas de EU y Canadá sobre falta de piso parejo en el mercado energético mexicano.
En ese sentido, hay preocupación por la sustitución de Clouthier, que ocurre en plenas negociaciones, aunque se subraya la presencia del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard.
Se menciona también la versión de su hermano, Manuel Clouthier, de que el factor definitivo fue la preocupación de Tatiana por la creciente militarización de la vida pública nacional.
Pero, de acuerdo con por lo menos una fuente, la mayor intranquilidad provenía de las nuevas medidas para la importación de alimentos, en especial carnes y verduras, que de no llenar las especificaciones fitosanitarias establecidas en el T-MEC, introducirían enfermedades que pudieran crear problemas para las exportaciones mexicanas agropecuarias a Estados Unidos, Japón o la Unión Europea.
De llegar a concretarse, una situación de ese tipo podría acarrear millones de dólares en pérdidas y cerrar o limitar el acceso a mercados a los que entrar costó años de trabajo.
Algunos afirman que la salida de Clouthier dará entrada y renovados bríos a sectores "duros" dentro del lopezobradorismo, lo que agregaría obstáculos a las negociaciones sobre energía y la relación con EU en general.
Pero la falta de información sobre los motivos de la renuncia llevó a especulaciones, mayormente negativas.
El hecho es que ni el momento ni la forma en que se dio la renuncia contribuyeron a mejorar la imagen del gobierno de López Obrador y su capacidad para atraer nuevas inversiones o aprovechar de las tendencias al nearshoring, o la reubicación de plantas industriales que abandonan China.
POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1
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