¿Y si exponemos la violencia de género?

¿Tienes reputación?

Estar sometidas a un ambiente clasista y sexualizado, donde la “reputación” (creada por el hombre) nos obliga a comportarnos de cierta manera, nos lleva a toparnos con techos de cristal, que se convierten en agresiones que no identificamos

¿Tienes reputación?
Brenda Borunda / ¿Y si exponemos la violencia de género? / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

¿Puta, zorra, inútil, dramática, histérica o buena mujer?... Estos adjetivos, como muchos más de este estilo que escuchamos a diario, suelen ponernos a las mujeres en una clasificación social de buenas o malas, según los estereotipos y roles del sistema patriarcal.

Uno de los principales obstáculos al que todas las mujeres nos enfrentamos, y con lo que lidiamos día a día, es que nos vemos forzadas a cumplir roles por aceptación y cuidamos como nos ven, como actuamos y como nos catalogan.

Estar sometidas a un ambiente clasista y sexualizado, donde la “reputación” (creada por el hombre) nos obliga a comportarnos de cierta manera, nos lleva a toparnos con techos de cristal, que se convierten en agresiones que no identificamos.

El techo de cristal es aquella limitante que no vemos, sin embargo, detienen y frenan nuestro crecimiento y desarrollo cuando buscamos libertad en todos los sentidos. Inconscientemente tratamos de cumplir expectativas que nos alejan de quienes somos en realidad, y el derecho que tenemos a una vida libre de violencia por miedo al que dirán se nulifica.

La tasa de violencia familiar en el año 2020 alcanzó 547 casos por cada 100,000 habitantes, mucho mayor a la tasa de 334 casos en 2015. De forma parecida, entre 2015 y 2020, asaltos sexuales crecieron de 111 casos por cada 100,000 habitantes a 177, según el índice de paz en México 2022, y a lo largo de 2020, aunque la tasa de delincuencia violenta en general bajó, las tasas de violencia familiar y agresiones sexuales experimentaron incrementos ligeros, esto debido al encierro por la pandemia por COVID 19.

¿Qué podemos hacer? La única manera de romper con esos ciclos viciosos de violencia es elevar la voz, informarnos y acudir a las autoridades correspondientes para defender nuestros derechos humanos. La única manera de poder caminar hacia una justicia real, elevando la voz y usando las leyes que se han generado a lo largo del estudio y de la lucha en contra la violencia de género es una herramienta que nos permite alzar la voz. Sin embargo, no hemos obtenido el resultado que quisiéramos. 

Ser presas del machismo hace que tengamos temor a no ser escuchadas y defendidas como esperamos, y en su lugar somos juzgadas y catalogadas, decidiendo que mejor nos quedamos calladas, haciendo invisible lo que vivimos. Acércate a alguien que te pueda asesorar y orientar si crees que estás en un supuesto de violencia doméstica, sólo así se podrá erradicar.

POR BRENDA BORUNDA ESPINOZA
LICENCIADA EN DERECHO Y MÁSTER EN ESTUDIO Y PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO POR LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA / EXDIPUTADA FEDERAL DE LA LXVIII LEGISLATURA DEL CONGRESO DE LA UNIÓN
@BRENDABORUNDA

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