Columna Invitada

Empoderamiento económico de las mujeres en el campo

Su labor contribuye a garantizar la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente

Empoderamiento económico de las mujeres en el campo
Marina San Martín Rebolloso / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Decía Joyce Banda, la primera presidenta de Malawi y la segunda en África en 2012, que “las semillas del éxito en todas las naciones de la tierra se plantan mejor en mujeres, (niñas) y niños”.

Esta frase cobra sentido cuando apostamos por el empoderamiento económico de las mujeres en el medio rural, para que tengan autonomía financiera y posibilidades de desarrollo, pues su labor contribuye a garantizar la seguridad alimentaria y el cuidado del medio ambiente.

Las trabajadoras o empresarias dedicadas a las actividades agrícolas llegan a ser el sostén principal de sus hogares, no solo generando ingresos para cubrir las necesidades de sus familias; sino haciéndose cargo del cuidado de los menores o de las personas adultas mayores; anteponiendo sus obligaciones a su propia realización y crecimiento.

En México, según el Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI, de las 64.5 millones de mujeres que somos, el 21.1% viven en localidades rurales. Además, de los 11.4 millones de hogares que son encabezados por una figura femenina, el 16.2% se encuentra en el campo.

A pesar de lo que aportan, por cuestiones de género, se enfrentan a barreras para acceder a la tenencia de bienes, a una remuneración igualitaria, a los servicios financieros; así como, a participar en la toma de decisiones, lo que va en detrimento de su autonomía económica.

Al no ser dueñas de las tierras que trabajan y al no contar con las garantías tradicionales requeridas, las mujeres rurales ven limitadas sus posibilidades de obtener préstamos para comprar, arrendar o invertir.

Asimismo, encuentran dificultades para llegar a ser beneficiarias de programas sociales, subsidios o apoyos; lo que impide que gocen de los recursos necesarios para subsistir, emprender, y mejorar su condición.

Para contrarrestar este destino, es fundamental asegurar su inclusión financiera, a fin de que logren incrementar sus recursos, a través del ahorro, el crédito responsable, y la adquisición de seguros, de manera fácil y accesible, para que se atiendan sus demandas.

El estudio de 2017 “La Oportunidad de la Banca Mujer”, de la Financial Alliance for Women, demostró que, aunque nosotras teníamos menor representación como clientas, pues solamente éramos el 35%, somos un sector rentable, con alta capacidad de ahorro y lealtad; y con un número menor de préstamos en mora.

Como apuntara Minette Batters, presidenta de la Unión Nacional de Agricultores de Inglaterra y Gales, “las mujeres siempre han sido la columna vertebral de la gran mayoría de los negocios agrícolas, y probablemente no han tenido el reconocimiento que merecen".

A propósito del Día Internacional de las Mujeres Rurales,15 de octubre, es fundamental impulsar su desarrollo económico para reivindicar y transformar su realidad, mediante leyes y políticas públicas orientadas a la capacitación, emprendimiento, competitividad y productividad; así como, cambiar paradigmas sociales y financieros para alcanzar su empoderamiento.

POR MARINA SAN MARTÍN REBOLLOSO
COMISIONADA INFOCDMX
@NAVYSANMARTIN

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