Ayer se reveló que la compañía japonesa Toyota logró vender en 2021 en Estados Unidos más autos y vehículos ligeros que las empresas americanas Ford o General Motors, algo que por primera vez ocurre en ese mercado. La firma japonesa vendió un total de dos millones 332 mil vehículos, apoyada en su capacidad para usar su inventario de chips durante 2021 y dominar en esa geografía.
Toyota está fuerte en este momento. Su vicepresidente de operaciones en Norte América, Jack Hollis, señaló que su “inventario continúa mejorando, y estamos preparando el lanzamiento de 21 vehículos completamente nuevos, renovados o ediciones especiales en 2022”.
El de Toyota es un optimismo poco común en la industria automotriz en este momento. Y la empresa lo vive no únicamente en Estados Unidos. En México la firma que encabeza Luis Lozano registraba, entre enero y noviembre del año pasado, un crecimiento de 18 por ciento, mientras empresas como Honda decrecían 9 por ciento en este mercado.
Es muy difícil y sería altamente injusto imponer calificativos negativos a las gestiones empresariales de las empresas automotrices globales que operan en México. Su desempeño operativo está marcado desde 2021 por tres fenómenos: primero, la ausencia de una política coherente y consistente de parte del gobierno hacia el sector. La 4T les ha abandonado. Segundo, el ajedrez estratégico global del que es sujeto el mercado mexicano por parte de las propias corporaciones globales es volátil: mientras en Corea del Sur se puede priorizar a México; en Alemania no, por ejemplo. Pero eso no es culpa, en este contexto, de los directivos apostados aquí. Y tercero, la pandemia alteró toda la cadena de proveeduría: es un fenómeno real que tomó por sorpresa al sector entero y colocó en modo de supervivencia a cada filial en el planeta.
¿Podemos confiar en que el sector automotor mexicano se mantendrá vigoroso y creciendo? Sí, sobre todo gracias a las firmas cuyas inversiones ancladas en el país se mantienen activas y flexibles. Son muchas y continuarán adaptando sus operaciones a las tendencias de conectividad, autonomía y electrificación. Pero lo harán con las restricciones corporativas que desde afuera les son exigidas y maximizando la productividad de sus activos mexicanos en un contexto de política pública neutra. Toyota ya lo empezó a hacer, y por eso su desempeño ya destaca también en México.
GENERAL MOTORS
Mensaje importantísimo dará hoy la CEO de General Motors, Mary Barra, en el Consumer Electronics Show de Las Vegas, al desvelar el nuevo Chevrolet Silverado EV y al delinear la estrategia futura de la firma.
Esta empresa, encabezada en México por Francisco Garza, ha reiterado la estrategia de reconversión de la planta de Ramos Arizpe para producir vehículos eléctricos a partir del próximo año.
POR CARLOS MOTA
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