DESDE AFUERA

EEUU: Razones para preocuparse

Hay un sector de estadounidenses que no ve problema alguno con lo que hubiera sido un golpe de Estado y fue un brutal ataque a la credibilidad

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El próximo jueves se cumplirá un año del asalto al Congreso estadounidense por militantes de derecha vinculados al entonces presidente Donald Trump.

A distancia, aparece más y más como uno de los momentos más autodestructivos que hayan tenido los estadounidenses, desde la Guerra Civil de 1861-65, y pese a lo que digan Trump y sus defensores, el ataque del 6 de enero contra el edificio del Capitolio por una multitud enardecida parece resultado de un plan deliberado que de un motín espontáneo.

La meta del plan atribuido a los aliados de Trump era desconocer el resultado de elecciones con falsas denuncias de fraude.

Era conocido, ya que el propio Trump se dirigió y enardeció a sus partidarios que asistieron a un mitin cerca de la Casa Blanca, para protestar por los resultados de los comicios. 

El magnate y otros oradores les exhortaron a dirigirse al edificio del Congreso, en sesión para certificar el resultado de las elecciones del 3 de noviembre de 2020.

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Que esto ocurra en la que es todavía la principal potencia económica y militar mundial, promotora de un sistema de valores dominante, da la impresión de una profunda crisis y cuestiona mucho de lo que los estadounidenses defendieron por décadas.

La idea central de la "conspiración" era "fortalecer" la posición de los republicanos dispuestos a cuestionar los comicios, presionar a los legisladores que estaban dudosos y amedrentar a quienes estuvieran en contra.

Como si fuera un "país bananero" y no la nación que resucitó la idea de república como forma de gobierno, consagró el voto universal y con todos sus defectos, trompicones e insuficiencias, el principio de igualdad ante la ley.

En las últimas semanas, ha salido a la luz información sobre las acciones de Mark Meadows, jefe de Asesores del expresidente Trump, que aseguró a los participantes en el mitin del 6 de enero que la Guardia Nacional estaría presente para salvaguardar su seguridad de los manifestantes.

Igualmente, que había al menos un documento de Power Point de 36 páginas titulado Election Fraud, Foreign Interference & Options for 6 JAN (Fraude Electoral, Interferencia Extranjera y Opciones para el 6 de Enero), preparado por un especialista en operaciones psicológicas, el coronel retirado Phil Waldron.

El resultado práctico ha sido la mayor polarización política de un país ya dividido.

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A un año de los sucesos queda la impresión de que el gobierno de Trump buscó fórmulas para desacreditar los resultados de la elección y que hubo un número de republicanos que no tuvo problema con eso. 

Y peor aún, que hay un sector de estadounidenses que no ve problema alguno con lo que hubiera sido un golpe de Estado y fue, de cualquier manera, un brutal ataque a la credibilidad de las instituciones y la política estadounidense.

Y si se considera que es una de las mayores potencias mundiales y el principal socio comercial y geopolítico de México, hay razones para preocuparse. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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