Tras la elección del 6 de junio, entre septiembre y el 01 de enero, cambiarán administraciones municipales en casi todo el país. La renovación implica retos y áreas de oportunidad para fomentar gobiernos abiertos, cercanos a la gente, sometidos a un control democrático: la vigilancia de la ciudadanía.
En mil 909 alcaldías y ayuntamientos entran en un proceso de entrega-recepción, un acto relevante de rendición de cuentas y vital para dar continuidad a los servicios y trámites públicos, funciones y atribuciones con eficiencia y honestidad.
Los expedientes de entrega-recepción comprenden un apartado de transparencia, que vincula a las autoridades salientes y entrantes a dejar documentando los asuntos pendientes de atender y el cumplimiento de las obligaciones en esta materia.
Y también adquiere relevancia lo estipulado en la nueva Ley General de Archivos, que dispone que el servidor público que concluya su empleo, cargo o comisión, deberá garantizar la entrega de los archivos a quien lo sustituya, debiendo estar organizados.
Las buenas prácticas archivística en esta etapa permitirán a las nuevas autoridades municipales garantizar el acceso a la información, la transparencia y la rendición de cuentas a la ciudadanía, pero sobre todo para conservar la memoria histórica.
El reto de quienes llegan a alcaldías y ayuntamientos para garantizar el derecho de acceso a la información y el de protección de datos personales no es menor. Apenas entren, deberán actualizar sus obligaciones de transparencia, es decir publicar la información relativa a remuneraciones, directorio, contratos, planes, programas, indicadores, entre otros.
Con casi 20 años de las leyes y procedimientos de transparencia, existen resistencias para su cumplimiento. En algunos ayuntamientos, por ejemplo, se niegan a publicar en los portales los salarios del cabildo y personal de confianza, a entregar la información solicitada, si antes no se identifica el peticionario.
La transparencia municipal no solo debe verse como una obligación legal y un mandato constitucional, también tiene que constituirse como eje rector de cada una de las mil 900 administraciones, como una herramienta de rendición de cuentas, que les permitirá recuperar y mantener la confianza ciudadana.
Por parte de las instituciones locales de transparencia será indispensable ofrecer herramientas que permitan brindar apoyo técnico a servidores públicos de los sujetos obligados para facilitar el cumplimiento de las disposiciones y propiciar una formalización oportuna, ordenada y con la mayor completitud de los asuntos públicos, que derive en una sana transición administrativa.
“Los documentos y la información son como un testigo: habla solo si se le interroga”: Marc Bloch, historiador francés
POR NALDY RODRÍGUEZ
COMISIONADA PRESIDENTA DEL INSTITUTO VERACRUZANO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN Y PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES
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CAR