DEFINICIONES

Odas al dictador

En Cuba se persigue a quien piensa distinto, se aplastan los derechos humanos y no hay libertad

OPINIÓN

·
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El dictador cubano, Miguel Díaz-Canel no hay nada que aprenderle. Mucho menos que aplaudirle. En Cuba se persigue a quien piensa distinto, se aplastan los derechos humanos y no hay libertad.

Miguel Díaz-Canel representa a un pueblo que ha sabido, como pocos en el mundo, defender con dignidad su derecho a vivir libres e independientes”, le dijo ayer el presidente López Obrador a su invitado.

No. En Cuba si algo no hay es libertad. No hay libertad para pensar distinto al régimen que lo controla todo. No hay libertad para decir lo que se piensa. No hay libertad de asociación. No hay libertad de manifestación. No hay libertad para formar organizaciones o partidos políticos. No hay libertad para emprender. No hay libertad de tránsito. No hay libertad para entrar y salir del país.

Tampoco hay derechos elementales. No hay derecho a la propiedad privada, por ejemplo. No hay derecho a juicios justos. No hay, siquiera, lo más básico: medicamentos y alimentos. Las raciones y abasto son controladas por el gobierno dictatorial.

“Cuba se merece un premio a la dignidad”, señaló López Obrador. No. Invitar al dictador, legitimarlo, arroparlo, mientras cientos de cubanos están encarcelados por disentir y protestar, es indigno.

•••

“Cuba es una democracia”, dicen los que traen la brújula perdida e intentan justificar lo injustificable: la invitación y el discurso de un dictador en pleno desfile militar del 16 de septiembre. Falta que intenten convencernos de que hay sufragio efectivo y Díaz-Canel llegó al poder por la vía del voto libre y secreto. O que nos digan que no se reprime a quien piensa distinto. O aseguren que no se persigue a quien protesta. Falta que repitan que no se encarcelan a opositores del régimen.

Cuba está lejos de ser el paraíso que algunos quieren vender. Es un infierno para sus ciudadanos.

Pese a la crisis humanitaria y de derechos humanos, los defensores del régimen —casi todos fuera de Cuba— siguen señalando “logros sociales”, aunque la Isla hoy sólo pueda presumir desastre. Antes de la toma del poder por parte de Fidel Castro, por ejemplo, el PIB per cápita cubano era prácticamente igual que el de España. Hoy, 60 años después, el PIB es seis veces menor.

El régimen le raciona los alimentos a cada cubano. Al mes, una persona sólo puede comprar cinco huevos, kilo y medio de arroz, una botella de aceite, un kilo de azúcar y otro de frijoles, medio kilo de pollo… pero a veces ni eso hay.

El salario promedio en la Isla apenas alcanza los 10 dólares mensuales, que es insuficiente. Un litro de leche, por ejemplo, cuesta tres dólares. Un kilo de carne, más de dos veces el salario de un mes.

Los cubanos siguen siendo vigilados por el régimen, perseguidos y encarcelados. No hay un país en el mundo que encarcele a más personas por motivos políticos que Cuba. ¿Eso es lo que aplaudió y legitimó ayer el gobierno mexicano en pleno Zócalo capitalino?

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN

MAAZ