En un documento reciente que fue dado a conocer por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA para México) que lleva Cuitláhuac Gutiérrez, el organismo ya anticipaba en abril de este año una pérdida sensible para la industria en caso de que la autoridad aeronáutica fuera degradada de categoría por la Federal Aviation Adminstration (FAA) de los Estados Unidos. De acuerdo con este estudio la afectación podría alcanzar los 2 mil 300 millones de dólares durante 4 meses que se mantuviera esta medida.
Más del 60 por ciento por ciento de este importe corresponde a daños en el sector turismo, que si bien es cierto es uno de los más afectados también debe de considerarse que buena parte de la demanda de pasajeros entre México y Estados Unidos será atendida por las líneas aéreas norteamericanas que siguen teniendo capacidad ociosa al no poder realizar vuelos a otros mercados, como es el caso de Europa o Sudamérica debido a las restricciones del COVID.
En el caso de Aeroméxico que capitanea Andrés Conesa, a quien por cierto le llegaron sus tres primeros Boeing 737-9 MAX, podrá mitigar el efecto de esta medida gracias al Acuerdo de Cooperación Conjunta que desde mayo de 2017 tiene con Delta Air Lines quien también es accionista de la compañía aérea. Incluso esta misma semana fuimos testigos del anuncio que realizó la aerolínea con bandera norteamericana Spirit Airlines sobre sus tres nuevas frecuencias desde Houston, Dallas y Los Ángeles a Puerto Vallarta, Jalisco.
PROTECCIÓN PARA INNOVADORES.
El reconocimiento de una idea o desarrollo tecnológico es fundamental en la generación de valor. Para los especialistas en propiedad intelectual, proteger el derecho de autor en una economía de libre mercado es caminar en el sentido de la defensa del conocimiento además de llevar a la práctica fortalezas en los campos de competitividad y productividad.
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Esa visión se logró concretar dentro de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN) que preside Francisco Cervantes, que junto a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con la rectoría del Doctor Eduardo Peñalosa Castro, anunciaron la firma del convenio para crear el primer Banco de Patentes en México. Bajo esta premisa los afiliados del organismo cúpula tendrán acceso a investigaciones y desarrollos tecnológicos con más de 91 técnicas específicas de patentes vigentes en áreas que van desde la electrónica, pasando por la energía y llegando hasta los temas de ciencias de la salud, además se tiene el compromiso de incorporar 31 patentes más que la UAM tramita ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y 40 desarrollos industriales que se encuentran en proceso. Seguramente la Secretaría de Economía (SE) que lleva Tatiana Clouthier, podrá fortalecer su base de patentes que cuenta el IMPI con esta innovadora idea que llega desde la Iniciativa Privada (IP) y la academia.
POR JAIME NÚÑEZ
JAIME_NP@YAHOO.COM
@JANUPI
dza