En términos futbolísticos, lo que hizo el astro del balompié mexicano, Cuauhtémoc Blanco, fue provocar una bronca en los vestidores de Morena. Una crisis que dejó serias divisiones y heridas muy profundas en la Cámara.
Y es que, en su afán por defenderlo con el manto del fuero constitucional, el jefe de los guindas, Ricardo Monreal, utilizó a sus diputadas para acallar voces críticas, ya no sólo de la oposición, sino dentro de su propio partido.
Los echó a pelear nuevamente. Pero en esa batalla campal salieron a relucir expedientes, filias y fobias de algunas legisladoras, quienes pasaron de la defensa del “Cuau” a un grotesco espectáculo.
“¡No estás solo, no estás solo!”, gritaban desde la tribuna las diputadas que dicen defender a las mujeres, mientras otras violaban el reglamento para dejarlo hablar y unas más le pedían autógrafos o se tomaban fotos con él.
De pena ajena las imágenes, pero más aún la actuación de las congresistas que armaron todo el show con antelación. Entre ellas, la zacatecana Julia Olguín Serna.
Ella había pedido la destitución de su vicecoordinadora en la Cámara, Gabriela Jiménez, por estar en contra de Cuauhtémoc.
De hecho, a Olguín y a su jefe, Monreal, se les atribuye el rumor de que Jiménez renunciaría al partido y se enlistaría en las filas del PT.
No es la primera vez que el zacatecano busca quitar del camino a Gabriela. Solo que, para pegarle, esta vez usó a una legisladora paisana, con un expediente que no está muy limpio que digamos.
Julia Olguín fue directora de Tránsito y Vialidad durante la gestión de Monreal como gobernador de Zacatecas. Hoy es concesionaria de transporte público y propietaria de una empresa de transporte privado.
En 2005, según una investigación de la Cámara, fue inhabilitada por 10 años para ocupar cargos públicos por incurrir en ejercicio indebido de funciones, abandono de funciones públicas, abuso de autoridad y peculado.
Hubo una orden de aprehensión en su contra, pero la fiscalía estatal “no logró” integrar las carpetas, por lo que pudo evadir la acción de la justicia. Tiempo después, se peleó con Amalia García, exgobernadora, y hasta con Susana Monreal, hermana de los Monreal.
Sin embargo, hizo las paces con todos ellos y, con el apoyo del jefe de Morena en San Lázaro, regresó por sus fueros. Tanto, que a quien le debe lealtad es a Ricardo, por eso encabezó la embestida para quitar del camino a la diputada Jiménez, aprovechando la defensa del “Cuau”.
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ENTRE LAS DIPUTADAS que respaldaron a Cuauhtémoc se encuentran Mayela Alemán, Adriana Quiroz, Petra Romero, Rosy Urbina, Flor Esponda, Irma Juan Carlos, Julieta Villalpando y Guadalupe Morales.
Todas aparecen alrededor del futbolista en la tribuna. La imagen dio la vuelta al mundo. Y Jessica Ramírez se tomó una foto con el acusado después de que le firmó una playera del equipo América. ¡Hágame usted el favor!
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ESTA SEMANA SE CUMPLIERON 31 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio y sin rubor ni tantito recato, Alejandro Moreno aprovechó la efeméride: se lanzó contra Manlio Fabio Beltrones.
Son públicas sus diferencias, pero sin decir agua va, el campechano visitó Sonora para revivir viejas acusaciones: vinculó a Manlio con la muerte de Colosio y con el crimen organizado. A pesar de que las autoridades lo han deslindado de todo.
Pero como Alito ya perdió el control del PRI, no busca quien se la hizo sino quien se la pague. Lo cierto es que si alguien conoce a Beltrones ese es Alejandro y sabe de lo que es capaz. Así es que como reza el dicho popular: para tener la lengua larga hay que tener la cola muy, pero muy corta.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Una diputada pidiendo autógrafos en plena sesión. ¿Qué sigue? ¿Una ola en la tribuna legislativa? ¿O la venta de cerveza en las sesiones?”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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