Uno de los nombres que suenan para llegar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) no llega limpio. Armando Hernández Cruz, ex presidente del Tribunal Electoral del entonces Distrito Federal, carga con antecedentes que hoy, más que nunca, conviene revisar.
Fue en 2016 cuando Morena lo denunció por presunto tráfico de influencias. En ese momento, el señalamiento vino de la diputada local Ana Juana Ángeles Valencia, quien acusó que Hernández Cruz habría intervenido en un caso que terminó por perjudicar a un candidato, haciendo uso de la relación con su hermano Omar Hernández Cruz, asesor en ese momento del Instituto Electoral capitalino. Los dos estaban bien posicionados en el aparato electoral: uno juzgaba, el otro operaba. Y según Morena, ambos habrían obtenido beneficios económicos en ese contexto.
Además, sobre Omar Hernández pesaba una denuncia de acoso sexual interpuesta por una ex candidata del Partido Humanista. Morena exigió entonces una auditoría al despacho jurídico del asesor electoral para investigar si el propio magistrado participaba en otros litigios derivados de la elección de 2015.
Aunque el asunto se enfrió, los expedientes nunca desaparecieron. Y ahora que Hernández Cruz busca incorporarse al máximo tribunal electoral del país, esas viejas historias regresan con fuerza. Porque en la justicia, como en la política, lo que se guarda debajo del tapete acaba saliendo en cualquier momento.
Durante años, Hernández Cruz ha transitado por espacios clave en el sistema electoral, siempre bien acomodado, siempre con un pie en el tribunal y otro en la estructura operativa. Es esa cercanía -con su hermano, con los casos, con los tiempos políticos- la que genera hoy más sospechas que confianza.
Con esos antecedentes, lo mínimo que se esperaría es prudencia. Y quizá también, una pausa en sus aspiraciones, antes de que los señalamientos pendientes se reactiven… o surjan nuevos.
*
Ni los diputados se salvan en Uruapan
¿Cómo estarán las cosas en Michoacán que ni los propios funcionarios se salvan de la delincuencia? El diputado local independiente, Conrado Paz, vivió en carne propia lo que muchos temen: el robo de su camioneta en pleno Uruapan, municipio gobernado por Carlos Alberto Manzo Rodríguez.
A través de sus redes sociales, Paz denunció el hecho con un video que muestra cómo dos personas se apoderan de su vehículo estacionado, en apenas unos segundos.
“Así están las cosas en Uruapan, y no es sólo una percepción. Qué fácil es que te quiten tus pertenencias”, escribió el legislador, dejando en claro la gravedad de la situación.
¿Será que esto llegue a oídos del presidente municipal, Carlos Alberto Manzo?
Uruapan es el octavo municipio del país con mayor porcentaje de población que se siente insegura. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, correspondiente al cuarto trimestre de 2024, es uno de los municipios más inseguros del país.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
@SOFIGARCIAMX
PAL