Más que interés, lo que mostró Kamala Harris en su visita a México fue preocupación por la lenta implementación de la reforma laboral, que es parte de los acuerdos suscritos por nuestro país en el marco del T-MEC. Esa inquietud no quedó en el discurso; la vicepresidenta de EU sacó de su bolsa 130 millones de dólares para donarlos a la 4T y que le meta acelerador a ese pendiente.
El gobierno de Joe Biden no lo hace porque sean unas almas de la caridad. Lo hace porque cada vez son más los reclamos de sindicatos de EU por las condiciones laborales en México. Para ellos representamos una competencia desleal, debido a que los grandes consorcios prefieren invertir en territorio azteca por lo barato de la mano de obra y las condiciones laborales.
Esa situación los tiene con los pelos de punta. Les corre prisa para que nuestro país se ponga a su nivel y deje de ser un polo
de atracción, sólo por lo “barato” que resulta a inversionistas.
De este lado, la Secretaría del Trabajo (STPS), a cargo de Luisa María Alcalde, se ha quedado muy corta por varios factores:
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Por la falta de recursos para capacitación de operadores del nuevo sistema, principalmente conciliadores, jueces laborales y verificadores. También ha faltado coordinación entre el Poder Judicial, gobiernos estatales, la STPS y el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRL), que no ha dado luces de autonomía y sigue con el cordón umbilical prendido de la Secretaría del Trabajo.
Por otro lado, la falta de recursos en los estados los obligó a recurrir al subsidio federal para el tema, pero se convirtió en un trámite engorroso y un elemento de presión a los gobernadores, por lo que muchos optaron por retrasar la implementación.
A todo eso hay que agregarle la improvisación en la STPS y el CFCRL, por el trato a empresas y sindicatos, según los intereses de la 4T, como el caso de la legitimación en General Motors, que estuvo repleta de irregularidades por parte de la autoridad laboral. Todo eso y más es lo que ha impedido el avance de la tan llevada y traída reforma, por lo que da la impresión de que los estadounidenses tienen más claro el panorama de lo que pasa en México que la propia 4T.
Esa es la razón por la que donarán millones de dólares a México. Quieren acelerar la implementación de la reforma, con el apoyo de organizaciones académicas, especialistas y sindicatos, entre ellos, nada más y nada menos que el abogado Arturo Alcalde, papá de la secretaria del Trabajo, quien estuvo en primera fila en la reunión que sostuvieron el martes con Kamala Harris.
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La UIF inició una investigación en contra del exsecretario de Hacienda Luis Videgaray por cuentas bancarias en EU que no reportó al gobierno mexicano. Esta información fue entregada el miércoles al presidente AMLO.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “El que trabaja con diligencia, pero sin método, arroja con una mano lo que gana con la otra”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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