La Agencia Internacional de Energía (AIE), hace un llamado para poner fin al financiamiento de nuevos proyectos para carbón, gas y petróleo a través del informe Net Zero para 2050: una hoja de ruta para el sector energético mundial.
Ante un escenario, donde las emisiones de CO2 (dióxido de carbono) de la energía y la industria han aumentado en un 60 por ciento desde 1992, las promesas y objetivos de los gobiernos, aunque se cumplan serán insuficiente para alcanzar el Net Zero para 2050; el citado informe contiene más de 400 hitos o puntos específicos a escala mundial en la línea del tiempo, para ofrecer la posibilidad de limitar el aumento de la temperatura global a 1,50 centígrados, lo que representa quizá el mayor desafío de la humanidad.
Además de advertir que cada país de acuerdo a sus condiciones deberá diseñar su propia estrategia, establece también la necesidad de garantizar un acceso universal a la energía, acompañado de un crecimiento económico sólido con la creación de millones de nuevos empleos, basado en las energías renovables, trazando la siguiente ruta:
A partir de 2021, no deberá aprobarse nuevos campos de hidrocarburos para su desarrollo y tampoco ninguna nueva planta de carbón; en 2030, se tiene previsto el acceso universal a la energía y un 60 por ciento de ventas mundiales de automóviles eléctricos, el uso a escala de las nuevas tecnologías limpias en la industria pesada, adiciones solares y eólicas anuales de mil 20 gigavatios (GM) y la eliminación continua del carbón en las economías avanzadas.
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Para 2035, en las economías avanzadas la generación de electricidad será con cero emisiones; y en 2040, emisiones netas cero en la producción eléctrica a nivel mundial, acompañada de la eliminación progresiva de todas las centrales eléctricas de carbón y petróleo. Para 2050, además de que 90 por ciento de la producción industrial pesada será baja en emisiones, casi 70 por ciento de la generación de electricidad mundial se producirá a partir de energía solar fotovoltaica y eólica.
Países como Arabia Saudí, han rechazado estas proyecciones, sosteniendo que el petróleo continuará siendo la fuente de energía dominante durante décadas; sin embargo, planea, para el año 2030, generar 50 por ciento de su energía a partir de renovables.
Más allá del debate en torno al informe de la AIE, la electricidad se convierte en el núcleo del sistema energético, desempeñando un papel clave en todos los sectores, desde el transporte y la construcción hasta la industria, encaminándose a suministrar a partir de 2040 casi la mitad del consumo total de energía.
Por ello, el gobierno federal de México, de manera visionaria, ha anunciado que continuará con su responsabilidad de regular este sector estratégico impulsando reformas a su marco jurídico, para estar acorde a los cambios que se vislumbran en la matriz energética internacional.
POR MANUEL RODRÍGUEZ GONZÁLEZ
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ENERGÍA DE LA LXIV LEGISLATURA DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS DEL H. CONGRESO DE LA UNIÓN
@MANUEL_RDGN
dza