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RECUERDOS DE JOSÉ SULAIMÁN

El boxeo cubano

Un histórico evento en Aguascalientes, el pasado viernes, da la pauta para compartirles el peso de este deporte en ese país hermano

OPINIÓN

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Mauricio Sulaimán / Recuerdos de José Sulaimán / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Este pasado viernes 11 de junio se llevó a cabo un histórico evento en Aguascalientes, México. La selección olímpica de boxeo de Cuba, que ha encontrado en esta ciudad un lugar para lograr sus preparaciones en los últimos años, sostuvo un encuentro amistoso con una variedad de púgiles profesionales mexicanos en el palenque de la Feria de San Marcos.

Fueron ocho combates de exhibición perfectamente sancionados por la Comisión de boxeo de Aguascalientes, con su presidente Christian Garduño Ortiz; la coordinación general de todo lo deportivo estuvo a cargo del Dr. Manuel Aceves, y el evento fue organizado por Gerardo Saldívar. El presidente de Fecombox, Juan Carlos Pelayo, al igual que yo, como presidente del WBC, estuvimos como testigos de honor de este histórico encuentro.

El señor gobernador, Martín Orozco Sandoval, estuvo presente, y se le vio sentado con el público asistente, mostrando un ejemplo de sencillez y amor por el deporte.

Cuba no ha tenido boxeo profesional desde 1959, cuando el régimen de Fidel Castro prohibió los deportes profesionales. Los cubanos han dominado el boxeo amateur por décadas, logrando innumerables medallas en Juegos Olímpicos. El legendario, tres veces campeón olímpico, Teófilo Stevenson, fue considerado en muchas ocasiones para celebrar un combate con el entonces monarca de boxeo profesional: Muhammad Ali. Cuba ha generado 19 campeones mundiales en total, siendo considerado Kid Chocolate el más grande de todos, con un récord de 136-10-6.

México recibió con los brazos abiertos a una camada de boxeadores que hicieron legendarias carreras desde nuestro país. El gran promotor cubano, Cuco Conde, se dedicó probar fortuna por acá y arribó con el entrenador Kid Rapidez, y los púgiles José Mantequilla Nápoles, Ultiminio Ramos, Luis Manuel Rodríguez y el único que sigue vivo: José Legra, quien vive ahora en España. 

Posteriormente y, a través de los años, hemos visto boxeadores cubanos que emigran a buscar suerte, principalmente a Estados Unidos, y de ahí han surgido diversos campeones importantes: Joel Casamayor, Yuriorkis Gamboa, Diosbelys Hurtado, Guillermo Rigondeaux y Yordenis Ugás, entre muchos otros más.

Lo sucedido en Aguascalientes fue un visionario experimento orquestado por un gran enamorado del boxeo: Fernando Barbosa, quien es alto ejecutivo en el mundo de la televisión, juez certificado por el WBC, y tiene en sus manos el programa ESPN Knock Out, líder en transmisión de boxeo, pues ahí se pueden ver funciones en vivo todos los fines de semana, sin importar país de origen ni horarios; simplemente maravillosa programación con la narración de Salvador Rodríguez y Renato Bermúdez, y una variedad de invitados especiales en cada ocasión.

Cuba demostró un gran nivel técnico, fino y conservador, mientras que los mexicanos buscaron el boxeo en corto y agresivo. Fue maravilloso ver la disciplina y estrategia que cada peleador siguió al pie de la letra; la esquina se comunica mágicamente y existe un equilibrio perfecto en todo movimiento. El famoso director del boxeo nacional cubano, Alberto Puig, estuvo presente y quedó muy satisfecho de este evento binacional. El público disfrutó de esta larga velada y siempre mantuvo interés en las acciones del ring; además asistió en familia, presenció bailables tradicionales de ambos países, así como la emotiva ceremonia de himnos nacionales.

Gratamente presenciamos todos los cuidados que la comisión de boxeo y los organizadores ejecutaron: exámenes médicos, pesajes, guantes de 10, 12 y 14 onzas; dos ambulancias, con paramédicos listos, y servicio médico al borde del ring. Los oficiales en el cuadrilátero fueron todos neutrales para garantizar que se diera una competencia justa, y con réferis calificados para cualquier eventualidad.

David Sutherland, de Oklahoma, Steve Morrow y Edward Anthony Collantes, de California, y Héctor Afu, de Panamá, realizaron una maravillosa actuación como oficiales, tanto como réferis y jueces, en puntuaciones que solamente fueron una referencia, al ser encuentros de exhibición, y al final de cada pelea ambos púgiles recibían el aplauso del público y una medalla conmemorativa del histórico evento.


José Ángel Mantequilla Nápoles, uno de los peleadores más importantes provenientes de ese país. Foto: Cortesía

¿SABÍAS QUE…?

Jack Johnson, quien fue el primer campeón mundial de raza negra, y al que acaba de conmemorársele su 75 aniversario luctuoso, hace un par de días, perdió su título en Cuba. 

Johnson tuvo que salir de Estados Unidos, al ser perseguido por la ley por crímenes de índole racial. Peleó y defendió su título en París, Madrid y hasta combatió en México. Perdió el título en La Habana, Cuba, ante Jess Willard, en una pelea que, siempre se ha considerado, se quedó voluntariamente en la lona para finalmente sucumbir.


Pepe Sulaimán con Teófilo Stevenson, en una de sus muchas visitas a Cuba. Foto: Cortesía

ANÉCDOTA DE HOY

Mantequilla Nápoles y Ultiminio Ramos fueron muy cercanos a mi papá y, por lo mismo, a toda mi familia. Era común verlos en el parque Miguel Alemán, pues asistían a ver los partidos de beisbol de Los Vagabundos, donde Don José era el mánager y los cuatro hijos jugábamos cada domingo. 

En una ocasión hubo un gran desayuno en casa, previo a salir a un evento donde muchos campeones acompañaron a mi papá. Mi mamá andaba apuradísima sirviendo a los más de 60 que estaban hambrientos; en eso, Ultiminio le dijo: “Doña, le puedo pedir dos huevitos estrellados, porque estoy a dieta y todo se ve delicioso”.

Pasó el tiempo y nada de los huevos, pues se le olvidó a mi mamá… Para cuando volvió a pasar Doña Martha, Ultiminio le comentó: “Doña, ¿usted cree que la gallina ya habrá puesto los huevitos?”, seguido de la carcajada de todos los presentes…


El cartel de la inolvidable función del pasado viernes en Aguascalientes. Foto: Especial

POR MAURICIO SULAIMÁN
PRESIDENTE DEL CMB

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