FUERA DE TONO

La Ciudad: un llamado de alerta

La 4T necesita replantear, urgente y decididamente, su estrategia política en la Ciudad de México. 2024 es mañana

OPINIÓN

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Hernán Gómez Bruera / Fuera de Tono / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Varios gobernantes de izquierda en América Latina han perdido las grandes ciudades durante su gestión, a pesar de su alta popularidad. Le pasó a Correa, en 2014, cuando su partido fue vencido en Quito; a Dilma Rousseff, con la ciudad de Sao Paulo, en 2016, y a Funes, con San Salvador, en 2012, por mencionar algunos ejemplos.

La lógica de un partido que se convierte en fuerza hegemónica y apela a los sectores populares mayoritarios obstaculiza muchas veces la capacidad de representar, simultáneamente al electorado urbano en las grandes ciudades, cuyas preocupaciones y valores suelen tener una naturaleza particular.

En general, las clases medias urbanas han sido propensas a alejarse de la base de sustentación de los gobiernos de izquierda. En Brasil, por ejemplo, unos cuantos años de la administración de Lula fueron suficientes para que su histórica base electoral se desplazara del sur y sureste del país —con mayor clase media— hacia los más pobres estados del norte y noreste.

Era de esperarse que Morena perdiera una parte del voto que ganó en 2018 entre la clase media urbana. En las alcaldías del occidente de la Ciudad de México y del área conurbada votaron en contra del Presidente una gran cantidad de personas que se sienten directamente confrontadas por su discurso y no han obtenido ningún beneficio palpable con su administración.

En cierto sentido, ese electorado representa un daño colateral dentro de un gobierno que se ha planteado una opción preferencial por los pobres.

Lo que no era inevitable, es que este gobierno haya perdido el respaldo de un sector de clase media identificado con el progresismo, incluido un número importante de jóvenes. Eso no le pasó a Cristina Kirchner, en Argentina, por ejemplo, pues logró mantener un apoyo sólido entre estos últimos, gracias a su agenda feminista, pro derechos humanos y matrimonio igualitario. La pérdida de esos sectores de clase media, y muchos jóvenes, fue palpable desde el primer año de gobierno, como lo muestro en mi reciente libro AMLO y la 4T: Una Radiografía para Escépticos. Sucede que el Presidente no solamente se desinteresó por esas agendas, optó innecesariamente por minimizarlas, desdeñarlas e, incluso, confrontar y provocar a sus promotores.

Lo que ha pasado en la ciudad es un llamado de alerta porque lo que ocurre aquí puede terminar siendo tendencia a nivel nacional. Recordemos cómo la victoria de Cárdenas en 1997 anticipó la de Fox en el 2000.

Y para referencias sudamericanas, pensemos cómo en 2007 Macri ganó la alcaldía de Buenos Aires, para consolidarse paulatinamente como la principal fuerza opositora al kirchnerismo a nivel nacional y ganar la presidencia en 2015.

La 4T merece un mejor destino. Por eso necesita replantear, urgente y decididamente, su estrategia política en la Ciudad de México y minimizar aquí los efectos del discurso y práctica obradorista a nivel nacional. 2024 es mañana.

POR HERNÁN GÓMEZ BRUERA
HERNANFGB@GMAIL.COM
@HERNANGOMEZB

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