Si en algo se distinguió ayer la agenda política de la sesión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, fue en su preocupación por lo que acontecerá a partir del día siguiente de la elección del 6 de junio.
El día después, el 7 de junio, la vida seguirá con sus enormes retos. Habrá ganadores y perdedores y una nueva legislatura en la Cámara de Diputados. La disyuntiva entonces será: o se acepta la derrota o se intenta arrebatar los resultados por la violencia de la impugnación.
¿Cómo se conducirá el presidente Andrés Manuel López Obrador ante las derrotas de su partido? ¿Reaccionará como un demócrata?, lanzó al aire la diputada Dulce María Sauri, no sin antes advertir –recordarnos– que 2021 es –y será– el prólogo de 2024.
¿Resistirán unos y otros las tentaciones por hacerse del poder o retenerlo a como dé lugar?
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¿Cómo actuará posteriormente el Poder Ejecutivo? ¿Llamará a un Pacto Nacional si los resultados no le favorecen?, preguntó a su vez la senadora priista Beatriz Paredes.
¿Será capaz –si ratifica su mayoría– de ver que tiene la oportunidad histórica de profundizar la democracia con datos basados en la realidad –no con aquello de “yo tengo otros datos”– y en acuerdo con las distintas fuerzas políticas?
¿Estarán a la altura de las circunstancias? El diputado del Partido Verde Arturo Escobar también levantó la mira más allá de la jornada comicial. Urgió a una nueva reforma electoral. Avanzar en las reglas que hoy se tienen.
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ISRAEL LLAMA A CONSULTAS A EMBAJADOR MEXICANO
Desde los tiempos de Luis Echeverría, cuando México votó a favor de la condena al sionismo en la ONU –“el sionismo es una forma de racismo”, se postuló–, en noviembre de 1975, no se había dado un desencuentro similar entre los dos países. Incidente, valga recordarlo, que le costó el puesto al entonces canciller, Emilio Rabasa.
La semana pasada ocurrió un nuevo “incidente”. México votó –en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra– a favor de la creación de una Comisión (contra Israel) que investigue los recientes hechos ocurridos en territorio israelí y la Franja de Gaza durante la operación denominada Guardián de los Muros. Ante ello, el gobierno israelita llamó a consultas al embajador de México, Pablo Macedo, para pedirle una explicación sobre el voto mexicano y expresarle el malestar de su país por el hecho –“inconcebible”, dijo– de que México se posicione junto a países “hostiles” a Israel.
Tema delicado sin duda, que viene a abrir un nuevo flanco en el gobierno de López Obrador y a enrarecer aún más el ambiente ya de por sí turbulento en la cancillería mexicana.
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GEMAS: Obsequio del secretario de Hacienda, Arturo Herrera: “(El avión presidencial) tiene hasta ahora programado trasladar a los atletas olímpicos a los Juegos Olímpicos de Tokio”.
POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA
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