DESDE AFUERA

¿Solidaridad mundial? ¿de veras?

Modi y Bolsonaro dieron prioridad a necesidades políticas y pusieron en primer lugar sus creencias personales en vez de seguir los consejos médicos

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Son relatos paralelos, con una brutal realidad y moralejas trágicas.

Este, el cuento de dos jefes de gobierno que enfrentan ahora enormes crisis sanitarias. Los dos llegaron al poder con una combinación de populismo y nacionalismo, y gobiernan con un cierto autoritarismo sobre países enormes.

Uno y otro, el indio Narendra Modi y el brasileño Jair Bolsonaro, dieron prioridad a necesidades políticas, a buscar la apariencia de normalidad, y pusieron en primer lugar sus creencias personales en vez de seguir los consejos médicos.

Ahora, ambos enfrentan feroces embates de la pandemia, al grado que sus países son considerados como epicentros del COVID-19 y posibles fuentes de infección para sus entornos.

India, con unos mil 400 millones de habitantes, está cerca de 220 mil muertos y 20 millones de casos; Brasil, con una población de 211 millones, andaba ya en las 410 mil víctimas y cerca de los 15 millones de enfermos.

Pero la diferencia con que se percibe su situación es enorme, tanto que el diario The Washington Post se sintió obligado a establecer una comparación: mientras hay una movilización internacional por ayudar a India, pocos han ofrecido apoyo a Brasil.

Podría hablarse, como nota el diario estadounidense, que la situación que enfrenta Brasil sea responsabilidad del estilo de Bolsonaro y sus errores, tanto en las decisiones respecto a la pandemia como por su forma de relacionarse con el resto del mundo.

"La imagen internacional que (Brasil) ha cultivado por décadas, centrada en el medio ambiente, amable, multilateral, ha sido socavada por un Presidente cuya administración ha insultado a gran parte del mundo en el momento en que ese país más necesitaba su ayuda", escribió.

Pero las decisiones de Modi no han sido mucho mejores: hace apenas dos meses los números en India parecían relativamente bajos y se desarrollaba una ambiciosa campaña de vacunación. 

El éxito aparente llevó a un relajamiento de normas y el surgimiento de una variante local del coronavirus, pero la política y la inminencia de elecciones llevaron a Modi y a su partido a promover mítines políticos multitudinarios, especialmente en estados gobernados por opositores, y a no negarse a la celebración  del Kumbh Mela, el festival religioso más grande del mundo, que ocurre cada 12 años y lleva a millones de personas a bañarse en el Río Ganges.

En la percepción de muchos brasileños, la culpa de sus problemas está en buena medida en Bolsonaro y un estilo personal que ha sido siempre controversial y le valió el remoquete del Donald Trump brasileño.

Pero Modi no ha sido menos discutido, especialmente como dirigente de un partido ultranacionalista que promovió una ley de ciudadanía vista como antimusulmana y recientemente enfrentó grandes manifestaciones de agricultores. 

Así que... 

Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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