Contar los votos, y contarlos bien, será uno de los principales desafíos de las elecciones del próximo 6 de junio, porque no se trata sólo de sumar como en el pasado, sobre todo, el caso de la elección para diputados federales.
Antes, si una persona tachaba un logo y un nombre, ese voto se le asignaba al candidato y al partido seleccionado. Y si marcaba más de un emblema, el voto era anulado automáticamente.
Hoy ya no será así. Con la aparición de tantas coaliciones, la ley fue modificada y establece que los votos emitidos a favor de una coalición cuentan como UN voto para la candidatura correspondiente, pero se dividen de forma proporcional entre los partidos que hayan sido tachados en la boleta. Es decir, si un ciudadano marcó dos logos, el sufragio no se anula. Será dividido en dos: la mitad para uno y la mitad para otro partido.
Todo esto con la intención de evitar que una sola persona asigne un voto a un partido y uno a otro en la misma boleta. Y queda a salvo su derecho de expresar libremente su simpatía por uno o más institutos políticos.
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En días recientes, el INE lanzó una campaña, sobre todo en redes sociales, para explicar esta mecánica, porque algunos partidos están generando confusión y desinformando.
En el Manual de Representantes de Casilla del Partido Morena se señala lo siguiente: “¿Cómo debemos contar los votos de coalición en el cómputo de la elección? Cuando el elector marque en la boleta los tres recuadros que pertenecen a nuestra coalición, el conteo dará 1 voto para el candidato propuesto y 1 voto para cada uno de los partidos de la coalición,” lo cual es INCORRECTO.
De acuerdo con la ley, el día de la jornada, las y los funcionarios de casilla sacan las boletas de la urna y las acomodan en “montoncitos”, dependiendo de las marcas que se hayan asentado en ellas, para después registrar las distintas combinaciones en el acta de escrutinio y cómputo. Ahí se asientan los votos de todos los partidos por separado, así como las distintas combinaciones que puede tener una coalición, a fin de que en la sesión de cómputo (que se realiza tres días después de la elección) se pueda realizar la sumatoria. Así es como se procederá, y no como plantea Morena a sus representantes, porque capacitarlos para contar por dos y hasta por tres los votos que reciban sus candidatos postulados en coalición, es ilegal y podría generar mucha confusión. Un lujo que nadie se puede dar en un ambiente tan crispado como el que antecede a las elecciones.
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Reveladores los números que da a conocer El Heraldo de México, a poco más de dos semanas de las elecciones por la renovación de las 16 alcaldías en la CDMX.
Las tendencias perfilan un triunfo arrollador de Morena en siete demarcaciones: Azcapotzalco, GAM, Iztacalco, Iztapalapa, Milpa Alta, Tlalpan y Venustiano Carranza.
En tres (Xochimilco, Cuauhtémoc y Tláhuac), se ve una ventaja de Morena; sin embargo, la distancia entre los punteros y los segundos lugares está más cerrada. Dónde los números marcan empate técnico es en: Coyoacán, Álvaro Obregón, Contreras y Miguel Hidalgo. Las plazas perdidas para el partido mayoritario son: Cuajimalpa, con el priista Adrián Rubalcava al frente, y Benito Juárez, con el panista Santiago Taboada.
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Alejandro Moreno, dirigente del PRI, levantó la mano la semana pasada como aspirante a la Presidencia en 2024; sin embargo, su partido, naufraga como nunca, de cara a las elecciones. No sólo en la capital, sino en las 15 gubernaturas en juego.
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El gobierno de Marco Antonio Mena, en Tlaxcala, ha negado sistemáticamente el permiso para usar espacios públicos a Lorena Cuéllar, candidata de Morena a la gubernatura del estado.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “No todo lo que cuenta puede ser contado. No todo lo que puede ser contado cuenta”.
POR ALFREDO GONZÁLEZ CASTRO
ALFREDO.GONZALEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALFREDOLEZ
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