COLUMNA INVITADA

Elecciones 2021: La lucha por los escaños de poder

Para el partido de AMLO, mantener el control de la Cámara baja es para asegurar los proyectos de la 4T

OPINIÓN

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Luis Miguel Martínez Anzures / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Las Elecciones más grandes en la historia del país están a punto de realizarse y junto con este proceso electoral, vendrán muchos apéndices para comentar y analizar. Por ejemplo, será importante dilucidar el crecimiento sostenido que Morena ha tenido como fuerza política desde su nacimiento hasta la fecha. De igual forma, será importante reflexionar acerca de la inercia aliancista que muchos partidos políticos, no afines al partido gobernante seguirán haciendo, si los resultados electorales logran darles beneficios económicos para seguir sobreviviendo.

Lo que en resumidas cuentas esta por suceder, es el reacomodo o la confirmación en el elenco de las nuevas fuerzas políticas que habrán de liderar las competencias electorales en los siguientes años.

En las próximas elecciones del 6 de junio, el significado del éxito será diferente para cada organización política. Para Morena, por ejemplo, en el plano federal, el ratificar su mayoría calificada en la Cámara de Diputados será una prioridad para tratar de darle continuidad a los proyectos de infraestructura que el presidente de la república ya ha comenzado. En el nivel estatal, ganar por lo menos 10 gubernaturas, sería un avance sustancial en su estructura partidista a nivel nacional.

Ya sea por la fórmula que sea, para el partido del presidente, mantener el control de las dos terceras partes, más uno de los asientos en la Cámara baja, es algo conveniente para asegurar los proyectos de largo plazo de la 4T. Incluso podría asegurarse prioritario para esta expresión partidista de cara a la segunda etapa de esta administración. Ganar el congreso de manera abrumadora, aseguraría el suficiente combustible para aprobar de manera rápida, todo el paquete de reformas y la agenda legislativa del ejecutivo federal en los siguientes años.

Sin embargo, alcanzar la mayoría absoluta, aún sin llegar a la mayoría calificada, no podría considerarse una derrota. Ya que le seguiría dando margen de negociación mayoritaria ante cualquier partido político, pero limitaría quizás las posibilidades de alcanzar acuerdos políticos de manera vertiginosa, como hasta ahora ha sucedido.

Ahora bien, es importante considerar que la alianza PRI-PAN-PRD, en 219 de los 300 distritos electorales, fue una jugada de riesgo para todos los involucrados, pero qué al mismo tiempo, ofrece una gran oportunidad para los integrantes de este tridente político que podría convertirse en su única posibilidad de crecimiento electoral.

El riesgo de esta maniobra radica en que puedan perder el respaldo de los militantes que tradicionalmente se han identificado con alguno de estos partidos. Sin embargo, sus fuerzas pueden potencializarse y quitarle una porción importante al partido gobernante con relación al electorado indeciso.

Las alianzas electorales no necesariamente se traducen en la suma de las preferencias de los electores que votarían individualmente por alguno de los partidos que la conforman.

El elemento de valor en esta ecuación es quizás, que Movimiento Ciudadano quien ha decidido presentar una cara renovada con candidatos no tan conocidos en el ambiente político y cuya ideología partidista presenta alternativas viables a la propuesta que enarbola Morena, podría convertirse en una opción atractiva para el electorado que esta cansado de los partidos políticos tradicionales pero que no converge con las ideas de la actual administración. Ese es el espacio en el que gravitara MC y es una apuesta inteligente.

Si, a pesar de la alianza, Morena y sus aliados obtienen la mayoría absoluta, probablemente no se logre acreditar la viabilidad de un frente opositor para el 2024. Este escenario tampoco puede descartarse.

La competencia por el Congreso definirá seguramente las directrices del futuro de esta administración, pero también, el curso que habrá de tomar la sucesión presidencial. Los tiempos de definiciones electorales marcarán el proyecto de gobierno para los siguientes 6 años.

Por LUIS MIGUEL MARTÍNEZ ANZURES
PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

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