COLUMNA INVITADA

La importancia de los protocolos

Es necesario que cada escuela acuerde los pasos que se deben seguir para asegurar que cuentan con infraestructura hidrosanitaria y cuartos ventilados

OPINIÓN

·
Fernando Ruiz / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Este lunes, más de un centenar de escuelas del estado de Campeche abrieron sus puertas. Esto es motivo de celebración sin lugar a duda, pero no podemos dejar de mencionar los enormes riesgos que puede traer una reapertura planeada desde arriba. Muchas familias siguen desconfiando de la capacidad de las autoridades educativas federales y estatales para asegurar las condiciones sanitarias en cada escuela. Hay razones para ello.

Las reaperturas de escaparate hacen lucir a los políticos, pero el problema es que el apoyo a las escuelas debe ser permanente. Ayer las escuelas de Campeche lucieron limpias, con agua, gel, cubrebocas y termómetros, pero ¿se han tomado medidas para que esta inversión sea permanente? Más que aperturas en bloque, lo que necesitamos es que cada escuela reconstituya su comunidad a partir del dialogo constante e informado con las familias. Es a partir de los acuerdos escolares como se puede asegurar el regreso de todas niñas, niños y jóvenes (NNJ) a las actividades presenciales.

Para ello, es necesario que cada escuela acuerde los pasos que se deben seguir para asegurar que cuentan con infraestructura hidrosanitaria y cuartos ventilados, así como las medidas de protección para que las actividades de asistencia, ingreso, tránsito, permanencia, actividades educativas y salida de las escuelas no generen riesgo de contagios.

Estos protocolos son trajes a la medida. Las famosas “9 intervenciones” que la SEP ha difundido desde marzo de 2020 no es un protocolo de reapertura para las escuelas. Tampoco lo es el denominado Plan para la Reactivación Escalonada Mixta de los Servicios Educativos de Nivel Básico y mucho menos las medidas anunciadas el pasado 22 de marzo por la SEP, salud y el gobierno de Campeche.

¿Es posible que desde la Ciudad de México se pueda identificar las necesidades de una escuela de Campeche o Jalisco?, ¿quién y por qué decidió que el horario de 8 a 10 es el adecuado para Campeche?, ¿consultaron a las comunidades?, ¿con base en qué se determinó que todas las escuelas por igual debían recibir a 12 alumnos? o ¿cuáles son las mejores medidas para organizar el escalonamiento de alumnos, la distribución de actividades presenciales o el uso correcto del cubrebocas?

No contemplar la participación de las familias, estudiantes y docentes hará que la reapertura se vuelva en una simulación. Ayer algunos medios señalaron la llegada de menos alumnos de los esperados y nada asegura si esos estudiantes regresarán mañana. No se puede engañar a los padres, es claro que muchos todavía no confían en el proceso actual.

No se trata de abrir por abrir sino de construir una visión compartida de los retos de la escuela con base en un entendimiento colectivo sobre las medidas que cada escuela debe adoptar para lograr una comunidad libre de contagios. Las familias están a la expectativa de lo que ocurra las próximas semanas.

POR FERNANDO RUIZ
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO 
@FRUIZ_RUIZ

dza