En el marco de la ronda divisional de la temporada 2024 de la NFL, uno de los equipos clave que deben hacer ajustes en su estrategia de juego son Los Ángeles Rams, que inicio esta vez con una varios errores en su forma de jugar, principalmente en su defensa. Sin Aaron Donald, la icónica figura del equipo que decidió retirarse, y con un coordinador novato, Chris Shula, al mando, el panorama no era alentador.
Cabe destacar que el pasado lunes por la noche, Los Ángeles aseguró una victoria decisiva de 27-9 sobre los Vikings de Minnesota en los playoffs, un triunfo que resalta el progreso de una unidad juvenil y en desarrollo. La defensa de Shula mostró una capacidad inesperada para brillar en momentos cruciales, limitando a los oponentes a menos de 10 puntos en sus últimos cuatro encuentros cuando los titulares estaban en el campo.
“Creo que muchas de las cicatrices que hemos tenido como equipo han sido lo que nos llevó al punto en el que estamos. Las mayores oportunidades de crecimiento llegan en los momentos más desafiantes”, dijo recientemente el head coach Sean McVay.
Altibajos en la defensa de Rams
En el partido contra Minnesota, la defensa no solo acosó al quarterbackSam Darnold con nueve capturas, sino que también neutralizó completamente al receptor All-Pro Justin Jefferson en la segunda mitad. La actuación fue liderada por el novato Jared Verse, único seleccionado al Pro Bowl, y por Kobie Turner, quien recibió un voto para All-Pro.
Donald, quien observó desde las gradas en Arizona, fue testigo de cómo sus excompañeros mantuvieron viva la esperanza de un futuro promisorio para la franquicia, apoyándose en un cuarteto frontal prometedor y en estrategias de juego bien elaboradas.
No obstante, no todo fue perfecto. Los Rams, el equipo menos penalizado de la NFL en la temporada regular, sufrieron 10 castigos para un total de 95 yardas contra los Vikings. Infracciones clave, como la rudeza innecesaria de los novatos Beaux Limmer y Kam Kinchens, y un golpe al pateador por parte de Jake Hummel, revelaron áreas donde el equipo necesita mejorar.
Con un récord de 11-7, los Rams ahora se preparan para enfrentar a los Philadelphia Eagles. Este reto representa un salto en dificultad, especialmente tras la dolorosa derrota de hace dos meses en el SoFi Stadium, donde Saquon Barkley acumuló 255 yardas. “Las emociones no son suficientes”, admitió McVay. “Necesitamos continuar siendo disciplinados y efectivos”.
Mientras tanto, el quarterback Matthew Stafford y la ofensiva también hicieron su parte, asegurando una ventaja de 24-3 al medio tiempo y distribuyendo el balón entre ocho receptores, incluyendo cuatro alas cerradas que suplieron la ausencia de Tyler Higbee.
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