COLUMNA INVITADA

Liderazgo político de las mujeres

las causas políticas que más se han asido a la senda pacifista

OPINIÓN

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David Monreal/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

La coyuntura del mes de marzo nos permite reflexionar sobre uno de los temas más polémicos de la vida pública: la agenda feminista. Como ha sucedido con otros movimientos sociales como el comunismo y el anarquismo, la opinión pública se ha apresurado a estigmatizar y desestimar esta legítima lucha por mejorar las condiciones de vida de las mujeres, vinculándola a discursos y actos de violencia; nada más lejos de la realidad. Es una de las causas políticas que más se han asido a la senda pacifista, la lucha feminista tiene una larga tradición de organización internacional ligada a demandas de la clase trabajadora. 

Desde la histórica huelga de obreras neoyorkinas, en 1857, y de la masiva manifestación de 1909 en la misma ciudad, los reclamos del movimiento feminista siguen siendo los mismos, con excepción del derecho al voto, que fue gradualmente conquistado en el mundo occidental: mejores condiciones laborales y salarios; alto a la violencia de género y feminicida, e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Los esfuerzos no han sido suficientes. 

Más allá de las indispensables medidas punitivas, como la creación del feminicidio como un delito diverso al homicidio para tipificar la privación de la vida por motivos de género, las políticas públicas se deben dirigir hacia la prevención del delito, el fomento de la equidad y la justicia, que permita a mujeres, jóvenes y niñas ganar espacios públicos de forma segura. 

Hombres y mujeres en el servicio público y en todos los sectores de la sociedad debemos tomar consciencia de nuestro impacto en la construcción de dinámicas sociales que perpetúan la subordinación de mujeres y transformarlas. Es imposible consolidar la democracia en México sin la participación de ellas en igualdad de condiciones y sin garantizar la paridad de género en todos los cargos públicos. 

Fomentar el liderazgo es una responsabilidad para las agrupaciones políticas, pero la legislación actual no permite que esto suceda de forma efectiva. Tenemos el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, que establece que para la capacitación, promoción y el desarrollo del liderazgo político de las mujeres, cada partido debe destinar anualmente 2% del financiamiento público. A nivel local tiene un aumento de apenas 1%. 

La ONU Mujeres es enfática en la importancia de promover el liderazgo femenino como un medio para inspirar y despertar el interés de mujeres y niñas en el empoderamiento político. 

Tenemos grandes ejemplos en México y en el mundo de mujeres líderes que marcan el camino para las nuevas generaciones, como la doctora Olga Sánchez Cordero, la primera mujer en ser nombrada secretaria de Gobernación, así como Kamala Harris, la primera mujer vicepresidenta de EU. En Zacatecas, necesitamos la participación y el liderazgo político de las mujeres que nos permita construir una auténtica democracia y llevar a cabo la Cuarta Transformación de nuestra vida pública. Nunca más sin las mujeres.

POR DAVID MONREAL ÁVILA
COLABORADOR
@DAVIDMONREALA

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