DESDE AFUERA

Bolsonaro, política y Covid-19

El problema es atribuido a la deficiente actuación del gobierno federal y muy en especial, a las actitudes del Presidente ultraderechista

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Brasil enfrenta un desastre sanitario, significado por los casi dos mil 900 muertos registrados el martes, la resistencia a medidas de aislamiento y un súbito vuelco del presidente Jair Bolsonaro, que de exigir a los brasileños que "dejen de gimotear" pasó a propagandista de la mascarilla protectora y la vacuna contra el COVID-19.

Con 11.6 millones de enfermos y 282 mil muertos, Brasil es el segundo lugar mundial, sólo después de los Estados Unidos; tiene un promedio de fallecimientos que la última semana llegó a casi los dos mil diarios, parece en vías de convertirse en un foco de infección global y enfrenta la posible fractura de su sistema de salud.

En febrero su esfuerzo de vacunación era calificado ya como "desastroso", y no parece haber mejorado a pesar de un eficiente sistema de salud pública. Tres millones de brasileños han recibido la doble dosis del medicamento.

Según reportes de prensa, tan alarmistas como se quiera, el sistema hospitalario brasileño está saturado y al borde del colapso, mientras  los cementerios están desbordados.

El problema es atribuido a la deficiente actuación del gobierno federal y muy en especial a las actitudes del presidente Bolsonaro, que por meses rechazó la mascarilla, desdeñó la vacuna y se opuso a los encierros registrados en otros países. Pero esta semana se fotografió con un cubrebocas, promovió la vacunación y designó a un médico como su cuarto ministro de Salud en un año. 

Con sus 8.5 millones de kilómetros cuadrados de superficie y una población estimada en poco más de 212 millones, Brasil tiene frontera con 10 de los 11 países de América del Sur y grandes posibilidades de exportar lo que ya se define como "variante brasileña" del coronavirus.

Para Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, "no se trata sólo de Brasil. Se trata de toda América Latina, e incluso más allá".

Las consecuencias políticas ya son evidentes, y hay demandas para una impugnación constitucional por responsabilidad en acciones que amenazan la vida humana, por sabotaje u omisión, en epidemias y pandemias. 

La propuesta fue planteada por fundaciones ligadas a partidos políticos de oposición que se cree apoyarán la esperada nueva candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva, el popular exmandatario y sindicalista de izquierda libre ya de acusaciones por corruptela. 

Las fundaciones critican, por un lado, las dificultades creadas por el gobierno para la adquisición de vacunas y por otro, afirman que "a miles de personas se les niega el derecho a la VIDA, valor supremo de todos los seres humanos".

Así, sería difícil negar la sinceridad de la súbita conversión de Bolsonaro y la urgencia que atribuye a la pandemia: su vida política está en peligro. Una candidatura de Lula da Silva sería bien recibida por casi 40% de los brasileños, y la popularidad de Bolsonaro está apenas por encima de 33 por ciento.

Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

rcb