Las cuentas del coronavirus cada vez son más caras. Hay un severo incremento en las crisis emocionales y mentales de los niños, niñas y adolescentes (NNA), derivado del abrupto rompimiento de la vida social que ha traído consigo la pandemia.
Para Eric Rodríguez, psicólogo de la Universidad de Guadalajara, el COVID-19 interrumpió por completo la vida social de los NNA. Lo primero que hizo fue romperles la rutina: levantarse temprano y hacer tareas cambió su sentido y, sin darnos cuenta, se les fue generando una sensación de incertidumbre y ansiedad, que sigue en aumento.
Psicólogos y especialistas en niñez aseguran que se han incrementado las consultas con niños y adolescentes, en las que se reflejan ansiedad, sensación de abandono, tristeza y hasta depresión, en 30%. En China se registró que uno de cada cinco niños presentó problemas de depresión y ansiedad durante el confinamiento.
“Mientras más conscientes estén los niños de su necesidad social, más estrés se les desarrollará; todavía, por si fuera poco, los cambios de escuela generan más incertidumbre y más sensación de abandono, porque había escuelas de paga que le daban mucha atención a los estudiantes, pero muchos padres ya no pudieron con ese gasto y se vieron en la necesidad de cambiar al hijo de escuela, sin pensar en la crisis que esto les provocaría; nadie estaba preparado”. ¿Cómo ayudarlos? Rodríguez recomienda:
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Primero: organizar reuniones con amigos de la escuela, primos o vecinos, en las cuales puedan hablar y jugar, con medidas de seguridad, que tengan interacción con otros niños en áreas abiertas, cada 15 días.
Segundo: Las redes sociales y la virtualidad son inevitables, hay que aprovecharlas en favor de ellos; esto también los ayudará a ver ese mundo con más naturalidad y gusto. Se pueden crear grupos virtuales entre los niños para que puedan hablar y jugar.
Tercero. Buscar ayuda de expertos, puede ser directa o indirectamente. Ya sea que papá o mamá hablen con el especialista para saber entender y hablar con su hijo o que sea una cita hijo-terapeuta.
Para los papás que no tienen paciencia en acompañar a sus hijos en las tareas o para jugar con ellos, deben cambiar eso de inmediato, es necesario un mayor acercamiento con los NNA, y sobre todo saber qué es lo que sienten, dicho por sus propias palabras: Hablar es la terapia.
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Por fin se aprobó la Ley General de Educación Superior, lo que significa un avance en la gratuidad y acceso a la educación universitaria, sin embargo, investigadores de la UNAM aseguran que es probable que la ley encuentre obstáculos imprevistos y que su operatividad no sea la deseada.
También es de considerarse que los legisladores hayan decidido que se haga válida hasta 2022, en lugar de buscar una solución para que comience antes y se adapte al nuevo sistema educativo que atravesamos por el COVID-19.
POR KARINA ÁLVAREZ
K.ALVAREZ.ROSAS@GMAIL.COM
@KAFARK84
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