COLUMNA INVITADA

Alfredo Castañeda, entre suspiro y suspiro

En la capital española, desde hace más de dos décadas el restaurante “Entre suspiro y suspiro” abrió sus puertas para ofrecer las recetas y sabores de la comida mexicana

OPINIÓN

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Bernardo Noval/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El restaurante “Entre suspiro y suspiro”  pertenece a la familia Castañeda, hijos del pintor mexicano Alfredo Castañeda, quien alguna vez comentó al diario El País, que el origen del nombre de este local fue a partir de la idea de su padre, quien decía que al estar en España echaba de menos México y cuando estaba en México echaba de menos España; esa idea, ese sentimiento de “suspirar”, cuando estaba en tierras mexicanas por España y al contrario, también la tenía Castañeda y así nació la idea en sus hijos cuando abrieron el restaurante.

A partir de 1991 y hasta su muerte, acaecida en 2010, Alfredo Castañeda residió en Madrid junto con su familia. El pintor nació en la Ciudad de México, en 1938, comenzó sus estudios de pintura a la edad de 12 años y, más tarde conoció, al español José Bardasano: “Había mucho que aprender con él, y así lo hice, luego me retiré. Entonces conocí a otro pintor español, Arturo Souto. Frecuentaba su taller, pero con él no fui su alumno, fui su amigo”, comentaba Castañeda.

​Se tituló de arquitecto en la Universidad Nacional Autónoma de México y durante varios años combinó ambas disciplinas. Cuando estudiaba arquitectura conoció a Matías Goeritz, quien en palabras del artista: “Me abrió los ojos a lo que es la visión de lo poético, lo filosófico, lo espacial y lo mágico. Esos conceptos también dejaron en mi una huella particular, que me ayudó muchísimo a encontrar años más tarde mi camino”.

Antes de graduarse realizó un viaje por varias ciudades de Europa, dedicándose a visitar galerías y museos. Después de esta experiencia, de regreso en México, se casó con Hortensia de La Barrera, con quien tuvo tres hijos: Alfredo, Ibiza y Adrián. 

A partir de 1969 se dedicó sólo a pintar y ese mismo año produjo óleos, acrílicos, dibujos y collages, que presentó en su primera exposición individual organizada por la Galería de Arte Mexicano (GAM), que siempre lo representó.  Desde este año y en lo sucesivo su obra fue motivo de diversas exhibiciones en México, Alemania, Estados Unidos, España y otros países. En 1990, la GAM celebró sus dos décadas en la escena artística, con la presentación de su monografía Qué 20 años no es nada.

Pintor y poeta, Castañeda creó un lenguaje artístico propio, único, introspectivo y fantástico, para expresar su mundo pictórico profundamente poético, en el cual el autorretrato siempre fue un recurso de experimentación de esa búsqueda interior. Un creador que también fue un gran lector de textos místicos de diversos autores de todos los tiempos. Por ello, la riqueza simbólica y lírica que contiene su obra invita a un estado contemplativo y de indagación.

Como un homenaje a 10 años de su fallecimiento, Casa de México en España presentó en el verano del 2020 la muestra Alfredo Castañeda, de la mano del maestro, con la curaduría de Marina Castañeda, nieta del artista. 

Sin embargo, la vida intensamente creativa de Alfredo Castañeda debe continuar vigente, a través de más exposiciones, publicaciones y distintos acercamientos que profundicen en la enorme figura de este excepcional artista, cuya vida se orquestó entre dos lugares de creación y sueños: México y España.

POR BERNARDO NOVAL
CEO MUST WANTED GROUP
@BERNIENOVAL
@MUSTWANTEDG 

avh