Como cada año, en el mes de marzo se celebra el día internacional de la mujer, donde se realizan protestas en todo el mundo, se alza la voz por los derechos de igualdad entre hombres y mujeres.
Este año se celebrará el lunes 8 de marzo. El día se instauró de manera oficial por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1975, aunque las mujeres comenzaron a luchar mucho antes.
Se celebran los logros sociales, culturales, económicos y políticos de las mujeres en todo el planeta, en un mundo donde las diferencias e injusticias entre mujeres y hombres siguen siendo tan grandes como siempre.
El 8 de marzo es un buen día para reflexionar y cuestionarnos sobre los avances logrados, pedir muchos más cambios y aplaudir la valentía y determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades.
No debe ser extraña entre nosotros, los hombres, la palabra “determinación”, la hemos visto desde que tenemos uso de razón, primero con el ser que nos dio la vida, nuestra madre, después con nuestras hermanas, si es que tuvimos la fortuna de contar con ellas dentro de los miembros de nuestra familia y, por último, con la madre de nuestros hijos, quienes tenemos la fortuna de ser padres.
Como humanidad pareciera increíble que hayamos logrado avances impresionantes en la ciencia, que hace 50 años llegamos a la luna, sin embargo, no hemos sido capaces de alcanzar la igualdad de género.
La mujer ha sido y es el pilar de la humanidad, hoy no se entiende a la sociedad actual sin la mujer. Ahora en épocas del COVID-19, las mujeres representan el 66% del personal sanitario y en el caso de la enfermería, esta cifra llega incluso al 84%.
Un porcentaje que también se da en los establecimientos de cuidados para mayores y personas dependientes. Médicas, enfermeras y auxiliares de enfermería y geriatría a las que se suman otras trabajadoras como limpiadoras, dependientas, cajeras de tiendas de autoservicio, empleadas del hogar y cuidadoras de personas mayores, sectores en los que la mujer adquiere un papel protagónico.
Las mujeres siempre han estado en primera línea de actuación, independientemente de la crisis sanitaria actual, se encuentran presentes en sectores tan importantes como la salud, los bienes de primera necesidad y la educación.
Así que nada de que ya chole con temas que tengan que ver con la mujer, hay que empoderarla y reconocerle el liderazgo que hoy ya tienen. No es para nadie una sorpresa que muchas veces ellas gestionan mejor las crisis que nosotros los hombres. Parafraseando a la escritora Isabel Allende, el hombre hace lo que puede, y la mujer hace lo que el hombre no puede.
Tenemos que castigar como sociedad de manera muy enérgica, cero tolerancia e impunidad, para aquellos agresores de mujeres. Debemos encerrar a estos cobardes, desadaptados sociales, que no merecen llamarse hombres.
Esta celebración podrá continuar todos los años, pero mientras que no tengamos dentro de los primeros planos de poder a mandatarios sensibles con el tema que lo adopten como una política de estado, seguirá la brecha abierta en el tema de la igualdad de género.
Hoy en México no es posible que tengamos a un candidato a gobernador que ha sido señalado por diversas mujeres como su agresor sexual.
Así que este 8 de marzo por más que festejemos, tendremos el mal sabor de boca de que todavía no se acaba con la impunidad, de que existen pactos secretos e inconfesables a costa de lo más hermoso y sagrado que hay en el planeta: la mujer.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
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