TOUCHÉ

Pero qué necesidad

No son pocos, ni esporádicos, los hechos que están minando una relación inevitable y sumamente sensible. Comenzaron desde la campaña presidencial y no cesan

OPINIÓN

·
Alejandro Cacho / Touché / Opinión El Heraldo De MéxicoCréditos: Foto: Especial

La relación de México con Estados Unidos nunca ha sido fácil. Ha tenido sus altas y bajas. Pero el futuro con nuestro vecino y socio más poderoso provoca no pocas preocupaciones que requieren, al menos, prudencia.

No son pocos, ni esporádicos, los hechos que están minando una relación inevitable y sumamente sensible. Comenzaron desde la campaña presidencial y no cesan. El único viaje internacional que ha hecho López Obrador hasta hoy fue a Washington, D.C., a saldar sus deudas con Donald Trump. Esa visita no cayó nada bien en el equipo del entonces candidato demócrata, Joe Biden.

Consumado el triunfo en las urnas de Biden, López Obrador fue prácticamente el único Jefe de Estado del planeta que se negó a reconocerlo como el próximo presidente de los Estados Unidos. Lo que pudo considerarse como una afrenta, fue ignorada por el nuevo líder del mundo occidental.

Esas torpezas diplomáticas precipitaron la jubilación anticipada de la embajadora mexicana en Washington, Martha Bárcena Coqui. Pero no tardó el siguiere yerro. López Obrador faltó a los protocolos cuando anunció en su conferencia mañanera que Esteban Moctezuma Barragán, sin ninguna experiencia diplomática, sería el próximo embajador ante el gobierno de los Estados Unidos. La cortesía diplomática manda que el nombre del siguiente embajador debe ser comunicado al país que lo recibirá, antes de hacer publica la designación.

Luego, vino la crítica punzante e innecesaria a la DEA, la agencia antidrogas de Estados Unidos, por el caso Cienfuegos. López Obrador la acusó de fabricar delitos contra el General mexicano. La DEA recibió esas palabras como una afrenta y amenazó con reabrir el caso. Tal vez sea la más grave desde la tortura y asesinato de su agente, Enrique Camarena Salazar, a manos a Rafael Caro Quintero, en 1985.

Las amenazas de cambios a la política y leyes energéticas de México, en clara violación al TMEC, tiene molestas a las compañías generadoras de energías limpias, estadounidenses algunas de ellas.

El más reciente desacierto ocurrió ayer cuando López Obrador recordó aquella frase atribuida a Porfirio Díaz, México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos. Era otra relación, otro contexto, otro mundo. En pleno siglo XXI, López Obrador puso su toque: Bendito México tan cerca de Dios y no tan lejos de Estados Unidos. Con ese mensaje mandó a entregar sus cartas credenciales como embajador a Esteban Moctezuma Barragán. ¿Pero qué necesidad?

BON APPÉTIT

Delfina Gómez llega a dirigir la Secretaría de Educación Pública en momentos en que la maltrecha educación básica mexicana atraviesa una crisis profundísima, que nadie ha querido reconocer. Con su nombramiento, López Obrador refrenda que le importan más las lealtades que las capacidades. La maestra Gómez se ve pequeñita en el escritorio de José Vasconcelos.

 

POR ALEJANDRO CACHO
CACHOPERIODISTA@GMAIL.COM
@CACHOPERIODISTA

lctl