COLUMNA INVITADA

Más vacunas, menos mañaneras

El magro avance de vacunación que ha tenido el gobierno de López Obrador palidece al  compararse con el de otros países, como Chile, que en dos semanas aplicó dos millones de  vacunas

OPINIÓN

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Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

La politización en la aplicación de las vacunas es el nuevo riesgo que enfrenta México. La  lentitud con la que se ejecuta el plan de vacunación afectará a la ya alicaída economía  mexicana, sobre todo a los miles de familias que diariamente pierden a uno de sus  miembros a causa de la covid19. El gobierno parece no entender que, sin una sociedad sana,  no habrá recuperación de la actividad productiva. 

El magro avance de vacunación que ha tenido el gobierno de López Obrador palidece al  compararse con el de otros países, como Chile, que en dos semanas aplicó dos millones de  vacunas. El gobierno emanado de Morena en siete semanas solo ha aplicado 0.7 millones  de vacunas y la población de México es siete veces la de Chile

El presidente López Obrador ha dado prioridad al espectáculo de las vacunas, pero no a su  aplicación. De poco han servido sus conferencias diarias o las pueblerinas ceremonias de funcionarios y aplaudidores reunidos en el aeropuerto para recibir unas cuantas vacunas cada semana. Tampoco ha servido nutrir de encomendados políticos las brigadas de  vacunación. 

La falta de apoyo del gobierno actual al sector salud ha ubicado a México como el país con  más muertes de profesionales de la salud a nivel mundial. A pesar de ello, las pocas vacunas  aplicadas no se destinaron en su totalidad a los médicos que enfrentan la pandemia; se ha  dado prelación a maestros que estaban en la prioridad cuatro del plan de vacunación  original del mismo gobierno y a los promotores políticos de MORENA, falsamente denominados “servidores de la nación”. 

Esto no tenía que ser así. La capacidad instalada de aplicación de vacunas que tiene el país  es grande. En 2018, antes de la llegada de este gobierno, en la primera semana nacional de  salud (17 al 23 de febrero) se aplicaron más de 11 millones de vacunas. Con este ritmo de  trabajo para la vacuna contra el coronavirus se podría llegar a la inmunidad de rebaño antes  de finalizar el verano.  

El reto que se enfrenta es mayúsculo y no se tienen que escatimar los recursos disponibles  para enfrentarlo; no hacerlo nos colocaría en más riesgos de variantes del virus y nuevas  olas de contagio, con las consecuencias económicas que ya conocemos. 

¿Qué hacer? Desde luego que hay mejores caminos, pero todo depende de que el gobierno  corrija al menos en los siguientes puntos: 

• Enfocarse en traer las vacunas que supuestamente compró y si no las ha comprado,  comprarlas.

• Descentralizar la aplicación de la vacuna, aprovechando las capacidades de  gobiernos locales, voluntarios y sector privado. 

• Transparentar y publicar los datos de avances en adquisiciones, llegada y aplicación  de las vacunas.  

• Eliminar las brigadas políticas de vacunación

• Quitar el requisito de empadronamiento o registro previo para recibir la vacuna. 

• Sancionar a quien lucre políticamente con la vacuna, iniciando por los funcionarios  federales. 

• Priorizar la aplicación de la vacuna con base en criterios científicos y no políticos.  

La sociedad mexicana también tiene un papel que cumplir. En vez de celebrar cada vacuna  en lo individual, como si esta fuera un regalo o favor del gobierno, debería organizarse para  exigir que este cumpla su labor de manera más eficiente. Las organizaciones de la sociedad  civil deberían dejar a un lado sus agendas momentáneamente y enfocarse en exigir una  vacunación transparente, expedita y ordenada, libre de manipulación política. Y los medios  de comunicación bien harían en informar más a la sociedad y dejar de darle tiempo aire a  la propaganda del gobierno. Porque, amable lector: ¿qué necesita más usted? ¿Una  transmisión en vivo desde el aeropuerto celebrando que llegaron 10 lotes de vacunas o  saber exactamente a dónde y cuándo tiene que acudir a recibir su inyección?

 

POR FAUSTO BARAJAS
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@FAUSTOBARAJAS

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