DESDE AFUERA

Rusia busca regresar

Según el gobierno ucraniano, hay unos 175 mil soldados rusos en su frontera, con la intención de invadir su país

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Más allá de sus resultados, la conversación entre los presidentes Joe Biden, de Estados Unidos, y de Rusia, Vladimir Putin, debió haber sido fascinante.

Fue un diálogo entre los jefes de gobierno de dos potencias paranoicas. Y aunque Estados Unidos, empeñado ahora en mantener su preeminencia mundial, tienen una amplia reputación en ese sentido, los rusos no sólo tienen una larga historia sino parecen hallarse en una campaña por restaurar lo que consideran su ámbito geopolítico.

La conversación oficialmente tuvo mucho que ver con la situación de Ucrania, una de las naciones que se escindieron de la desaparecida Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), tras su disolución en 1991.

Pero cuando dejó la URSS, Ucrania se afilió al bloque de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la alianza militar creada a partir de 1949 por Estados Unidos y los países de Europa Occidental para enfrentar la "amenaza comunista" y de ser un irritante se convirtió en un peligro, en opinión de los estrategas rusos.

Según el gobierno ucraniano, hay unos 175 mil soldados rusos en su frontera, con la intención de invadir su país y/o bien convertirlo de nuevo en parte de Rusia, despojarlo nuevamente de una parte de su territorio, como ya lo hizo en 2014, con la península de Crimea, o transformarlo en un país satélite.

En 2014, Rusia alimentó en realidad y luego apoyó abiertamente una sublevación de la población rusa, que quedó ahí, tras la independización de Ucrania. El premio fue interesante: recuperar la salida al Mar Negro y, sobre todo, parte del cinturón protector que rodeó a Rusia desde el siglo XIX.

La disolución de la URSS fue un golpe duro para Rusia, que disminuida enfrentó en los 90 una continua crisis económica y política. Y para bien o para mal, la entrada en escena de Putin, convertido en hombre fuerte y caudillo del país después de 1999, dio nuevo aliento al nacionalismo ruso y a lo que parece un proyecto para restablecer su papel mundial.

Rusia y Estados Unidos fueron adversarios y factores fundamentales de la Guerra Fría, que entre 1948 y 1991 puso al mundo en una serie de crisis en la que ambas naciones se enfrentaron frecuentemente a través de terceros, sea guerrillas o regímenes militares, con la ideología como pretexto.

Rusia era entonces el núcleo de la URSS, un Estado que coaligó a 15 naciones encabezado por el Partido Comunista y bajo una Constitución marxista. Pero en el fondo, se trataba de Rusia, con preocupaciones geopolíticas que anteceden a la Revolución de Octubre de 1917 y son vigentes aún ahora.

La Rusia de Vladimir Putin parece empeñada en un juego por recuperar protagonismo mundial, o como mínimo, recordar a Estados Unidos y Europa Occidental que sus intereses, y ciertamente sus preocupaciones, deben ser tomadas en consideración.

Y la suerte de Ucrania puede ser parte de eso. 

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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