¿Quién manda realmente dentro del PRI? ¿Su dirigente formal, Alejandro "Alito" Moreno?, ¿Rubén Moreira, coordinador de la bancada de los diputados del tricolor en San Lázaro?, ¿José Murat, desde las sombras de la Fundación Colosio?
—Pregúntenselo a Alito—, respondió con sorna José Ramón Martell. —Alejandro Moreno es el primer respondiente y responsable del partido—, apuntó con sentido jurídico José Encarnación Alfaro.
—Las tres emes (Moreno, Moreira, Murat)—, indicó Fernando Lerdo de Tejada, ante los intríngulis que se viven al interior del tricolor.
Y en una de esas, ninguno de ellos, sino el presidente Andrés Manuel López Obrador, reconocieron los tres dirigentes priistas (Plataforma PRI, Movimiento Líder y Alianza Generacional, congregados ahora bajo el signo Frente Nacional (por la refundación del PRI).
Molestos por la entrega que detectan del partido al gobierno, por el desprecio que resienten de la cúpula priista a la militancia —“ni nos ve, ni nos oye”—, por el rechazo a cualquier cambio de los estatutos del partido en la XXIII Asamblea Nacional que tendrá lugar el próximo sábado, acusan:
—Tienen temor a la militancia, tienen temor a que las bases vayan a cambiar las reglas de la dirigencia de nuestro partido… Desconocemos esta Asamblea Nacional.
¿Por qué se encierran en ellos mismos? ¿Por qué Alito y su grupo no permiten el cambio de una coma a sus documentos básicos?
La respuesta de Lerdo de Tejada es sencilla: “Se están cubriendo las espaldas…; no están viendo el futuro del partido y por eso están mediatizando las cosas”. Desaseo jurídico y simulación pura —“ni es deliberativa ni es democrática”—, es lo que advierten en la XXIII Asamblea Nacional convocada por el CEN del PRI, de ahí que ya la hayan impugnado por la Comisión de Justicia.
El asunto se llevará luego a distintas instancias jurisdiccionales y culminará con la exigencia de una Asamblea Nacional Extraordinaria deliberativa y resolutiva.
Es la rebelión de los coroneles lo que se vive en estos momentos en el Revolucionario Institucional. Una rebelión que, según describen sus propios dirigentes, está germinando en los estados: Veracruz y Querétaro; y próximamente se sumarán Zacatecas, Morelos y Tabasco.
El temor de que el PRI siga deslavándose y perdiendo su fuerza político-electoral, el que se convierta que un partido satélite de Morena, o que termine como franquicia de un grupo dentro del partido, son los fantasmas de quienes hoy miran con aprehensión lo que tejen —y entretejen— las tres emes.
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GEMAS: Obsequio del senador panista Damián Zepeda: “Nayarit lo ganamos en 2017 y lo perdimos hace unos meses... Ayer hubo elección para el Senado, el PAN, quinto lugar con 2.4% de votos, debajo de TODOS los partidos. La elección fue entre Morena y MC. Debemos reconocer crisis y corregir rumbo. Dejar de ver sólo hacia adentro”.
POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA
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