Esta es la segunda carta que le escribo, la primera está en mi blog. La hice en el contexto de la lucha por la presidencia de MORENA, que legítimamente ganó Mario Delgado y en la que usted amagó con tomar las instalaciones del partido en un acto que todos imaginamos fuenteovejunesco y un poco fastidiado ya de verlo despotricar como adolescente empecinado –aunque de humor rancio y anticuado– incapaz de controlar sus ansias de novillero inexperto.
Ahora le escribo fastidiado nuevamente, al haber podido saber del papelón que hizo declarando recién, en el seno de no recuerdo bien qué partido de perfil pequeño burgués y de ideología difusa y blanden guede dóciles e inofensivos social demócratas no marxistas vestidos de un naranja perfecto para usted, que el evento en el Zócalo del presidente López Obrador era muestra de un vacío de poder, y que la 4T estaría desgajándose en más o menos dos años.
Cosa curiosa: en el evento de ese partido de ideología para millennials tuvo usted la gracia de declararse como “radical de fondo”, escandalizado como exquisito patricio ante un “régimen de concentración de poderes” hágame usted el favor, ignorante de que la verdadera radicalidad en la historia de las naciones contemporáneas, y en realidad en la historia universal (pensemos en Alejandro Magno, en Julio César o en Napoleón), se manifiesta políticamente en procesos de varias fases de despliegue dialéctico, una de las cuales es precisamente la de la necesaria concentración de poder para configurar un epicentro de destrucción de un régimen (no estoy citando a Lenin, no se espante, sino al Luis Cabrera de ‘La revolución es la revolución’) para su posterior reorganización y estabilización histórica.
Si López Obrador está concentrando poder es porque así es como se transforma la realidad política y como se conduce a un pueblo con vigor,y esto es lo que ocurrió con el general Lázaro Cárdenas y le faltó a Madero no sé si me explico, o con el mismísimo Benito Juárez, a quien se advoca la medalla que a usted le dieron sin saber muy bien, según veo, de quién se trató.
¿O acaso cree usted que Juárez pudo haber hecho lo que hizo sin haber concentrado todo el poder a su alcance pero porque sólo así era posible salvar a la república y darle densidad histórica a la nacionalidad? Recuerden usted y sus nuevos y tiernos correligionarios social demócratas (a ver si les da tiempo de leer un poco entre un TikTok y el otro) que Los grandes problemas nacionales de Molina Enríquez (1909) deben de leerse conjuntamente con La constitución y la dictadura de Rabasa (1912), para entender el nivel de profundidad dramática a la que hay que llegar para construir un Estado nacional revolucionario como México.
Y otra cosa. Escúcheme muy bien: la 4T no se resquebrajará porque mi generación, y mi promoción, lo vamos a impedir.Este es nuestro momento.
POR ISMAEL CARVALLO
ASESOR EN LA CÁMARA DE DIPUTADOS
@ISMAELCARVALLO
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