Es un hecho que en un mundo interconectado como el de hoy en día, diversos temas como la seguridad se deben abordar más allá del Estado Nación, entendiéndolo como un ente aislado y enfocarse a su atención desde una lógica supranacional.
El debate en torno a la seguridad nacional gira en torno a las dos vertientes clásicas, defensa exterior y seguridad interior, las cuales se han colocado como prioridad en la agenda de la política exterior de la mayoría de los Estados Nación, por lo que diversos organismos internacionales se han organizado y enfocado en normar este tema.
Esta normatividad, que emana del Derecho Internacional Público, se encuentra sustentada en los tratados internacionales que, a su vez, se basan en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969, que en su artículo 2 señala: “se entiende por ‘tratado’ un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho internacional…”.
Existen diversos organismos y mecanismos internacionales enfocados en elaborar e implementar instrumentos que garanticen la defensa y seguridad nacional de las naciones, entre los que destacan:
La Carta de las Naciones Unidas, que establece en su Artículo 1 los propósitos de la organización, directamente relacionados con afianzar la paz y la seguridad en el mundo. Para la OEA, la seguridad nacional comprende tanto las cuestiones de integridad territorial y soberanía nacional, como las amenazas emergentes, no tradicionales al Estado y a la seguridad y el bienestar de los pueblos de la región.
Mención aparte merecen los intentos regionales para combatir la inseguridad y los esfuerzos que realizan los países para garantizar la seguridad de sus habitantes, como el caso de nuestro país con su vecino del norte, para lo cual se han realizado innumerables acciones en materia de coordinación para hacer un frente en materia de seguridad binacional.
Este ejemplo lo traigo a colación a propósito de la reciente firma del Entendimiento Bicentenario entre México y Estados Unidos, con el cual se da inicio a una nueva etapa en materia de seguridad, dejando atrás la cuestionada Iniciativa Mérida.
Este acuerdo de alto nivel representa una oportunidad única de trabajo y cooperación entre las instancias de seguridad e inteligencia de ambos países, con el firme propósito de reducir la violencia, el crimen transnacional y garantizar la seguridad a los habitantes de ambos lados de la frontera.
Los alcances de este importante acuerdo aún se encuentran en proceso de construcción, pero estoy seguro que traerá grandes noticias y acciones en materia de seguridad, de lo cual los municipios se verán beneficiados también.
Desde nuestra trinchera celebramos y apoyamos esta iniciativa de coordinación que, sin duda, marca un antes y un después en materia de cooperación en pro de la seguridad de ambos países.
Siendo esta mi penúltima columna del año, quiero desearles anticipadamente una feliz Navidad en compañía de sus seres queridos.
POR JESÚS VALENCIA
TITULAR DEL CENTRO ESTATAL DE DESARROLLO MUNICIPAL DE SONORA
@VALENCIA_GUZMAN
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