El 7 de octubre de 1913, un mexicano ejemplar fue ejecutado: el senador liberal Belisario Dominguez.
El médico chiapaneco volvió a su patria en 1904, recién graduado de la carrera de Medicina por la Sorbona de París.
Crítico de Porfirio Díaz, fundó su periódico, El vate, que se distribuyó gratuitamente de forma quincenal por un muy corto periodo, tan sólo cuatro números antes de su artero asesinato.
Afín a Francisco I. Madero iba en contra de la reelección.
Fue presidente municipal de Comitán, Chiapas, senador liberal inmerso en los asuntos de la política nacional, durante la Decena Trágica pidió la destitución de Victoriano Huerta en el Senado, en donde se le impidió leer en tribuna el histórico discurso que selló su sentencia de muerte y que él mismo lo distribuyó en las calles.
La muerte de Belisario Domínguez ocasionó indignación y la protesta pública y marcó el final de un régimen traidor.
Siguen vigentes las palabras del senador comiteco: “Vigilen de cerca todos los actos públicos de nuestros gobernantes: elógienlos cuando hagan bien, critíquenlos siempre que obren mal. Seamos imparciales en nuestras apreciaciones, digamos siempre la verdad y sostengámosla con firmeza entera y muy clara. Nada de anónimos ni seudónimos. Nada de silencio”.
La medalla de honor Belisario Domínguez es la máxima condecoración que otorga el Senado de la República y fue creada para premiar a los hombres y las mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad en general.
Durante 69 años ha sido conferida a un igual número de mexicanas y mexicanos, en ocho ocasiones de manera póstuma.
Las candidaturas para la presea son dirigidas al Senado de la República, ya sea por el jefe de la Nación, miembros del Poder Legislativo federal, legislaturas de los estados, gobiernos locales, universidades del país, periódicos, revistas, organizaciones sociales, científicas o cualquiera otra institución que sea representativa del ambiente cultural de la época.
Injusto sería mencionar a solamente a algunos de los galardonados a lo largo de su historia, sólo diré que en esta ocasión será otorgada a Manuel Velasco-Suárez (post mortem) y a la séptima mujer en conseguirla: Ifigenia Martínez, una de las primeras en ocupar cargos públicos de alta responsabilidad, primera mujer de izquierda en rendir protesta como diputada federal, impulsora de la reforma política del Distrito Federal, diputada de la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México y vicepresidenta de la misma.
A ella, toda mi admiración y respeto.
La presea Belisario Domínguez correspondiente a 2020 también será entregada a todo el personal médico de la República mexicana por su incansable lucha para combatir el COVID-19, aunque será de manera simbólica, en tanto sea posible la realización de una ceremonia a la que asistan distintos representantes del sector salud.
Mi respeto más profundo a todos ellos.
POR JESÚS VALENCIA
VOCAL EJECUTIVO DEL CENTRO ESTATAL DE DESARROLLO MUNICIPAL DE SONORA
@VALENCIA_GUZMAN
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