Nos ahorramos las mentiras y el veneno de López-Gatell cuando lo quitaron de las tardeadas llamadas “El Pulso de la Salud”. Pero ahora, desafortunadamente, regresa a las andadas de otras formas. Creyéndose capaz de ser presidenciable olvida sus pifias convertidas en muertos por su pésima estrategia para combatir el COVID.
Ahora que el gobierno de México acaba de anunciar que siempre sí se vacunará a los menores de 15 a 18 años, con y sin comorbilidades, ¿dónde queda su discurso de que inocular a esa población era negocio de los laboratorios? “Las farmacéuticas quieren hacer negocio y quisieran estar vendiendo siempre… no hay que estar sometidos, sujetos, subordinados a las farmacéuticas”, dijo en su momento.
Lo sabemos. La protección de la salud por parte del zar anti-covid no se basó en sus conocimientos científicos o criterios técnicos, vamos ni siquiera en una cuestión ética. Siguió lineamientos políticos y un afán desmedido de agradar al inquilino de Palacio.
Los resultados de su estulticia siguen doliendo. Casi 300 mil muertos (cifras oficiales), más de tres millones 847 mil infectados; 1er país con mayor número de huérfanos como resultado del covid; 1er país con mayor número de fallecidos pertenecientes al sector salud. Todas son muertes que no debemos olvidar.
La razón por la que ahora sí el subsecretario de Salud, y con él todo el gobierno federal, están aceptando vacunar a los adolescentes es muy sencilla: la reunión trilateral MX-USA-CAN que se tendrá lugar hoy y mañana en Washington, D.C.
López Obrador estará con sus pares Biden y Trudeau. Y como en estas naciones se está exigiendo la vacuna para toda la población, resultaría incomprensible que uno de sus mayores socios comerciales se negara a vacunar a parte de su gente. Además, no se olvide que la frontera entre México y Estados Unidos es una de las más transitadas a nivel mundial. El cruce de nuestros connacionales requiere también este tipo de seguridad. En otras palabras, el asunto fundamental de la reunión entre los tres países es la política tripartita de tener un mejor sistema de defensa contra el covid y una producción suficiente de vacunas de aquí en adelante.
Mientras la OMS, países civilizados y otros no tanto, ya están vacunando aun a sus pequeños de cinco años para arriba, México a regañadientes empezará a vacunar a los de 15 en adelante. Hugo López-Gatell acusa que los jueces no son expertos en salud para otorgar amparos a la población para ser vacunada. Olvida que él es quien menos ha actuado como experto. Y ante su necedad, solo la reunión trinacional que se avecina le ha forzado cambiar de discurso.
El ridículo que le esperaba en la capital estadounidense se dibujaba de dimensiones épicas. Y todo por su testarudez, cuando podían haber aceptado la inoculación de los jóvenes desde que la OMS lo determinó como medida a seguir.
López-Gatell puede suspirar por rescatar la posibilidad de contender por la presidencia o por alguna curul en el senado en el 24. Mas ello no es algo de lo que se ha hecho merecedor; si acaso una externalidad que no le correspondería pero de la que quizá se vea beneficiado.
Algunos barruntan que México acepta vacunar a sus pequeños tratando de negociar o presionar para que la FDA, agencia estadounidense, y la OMS aceleren la aceptación de CANSINO y de SPUTNIK, como vacunas validadas. Sin embargo ambas organizaciones no están sujetas a criterios políticos, sino a los absolutamente técnicos, por lo que no necesariamente tendrá utilidad ni resultado abordar el asunto con las contrapartes canadiense y estadounidense.
Desafortunadamente, el gobierno mexicano ha demostrado cero coherencia y racionalidad en el tema de la salud. Al menos ahora intereses políticos de otro tipo funcionaron para acelerar la protección de una parte de la población a la que se le había negado el derecho a la salud.
POR VERÓNICA MALO
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MAAZ