Ni él mismo se hace caso. Va en contrasentido de sus propias recomendaciones. Hace rato se mareó y se creyó eso de rockstar. Disfruta la fama que le ha dado el horror. Se siente intocable. Se presume irreemplazable. La vergüenza profesional no marca su actuar. La insensibilidad, en un país enlutado, sí. Su tacto es de elefante. Su sentido común, casi inexistente. Hugo López-Gatell ha caminado, sin ayuda de nadie, a la ignominia. Él y nadie más es responsable del cúmulo de yerros que arrastra.
Actuó con arrogancia y se dedicó a gozar del reflector. Las consecuencias están a la vista: México es primer lugar en letalidad mundial, cuarto con más decesos y el país donde más personal médico ha muerto. Ocho trabajadores de la salud mueren a diario, en promedio. Somos el país que menos pruebas de detección aplica entre quienes integran la OCDE y, por tanto, uno con alto subregistro de contagios. Vamos casi a ciegas porque el responsable de la pandemia así lo decidió. “Hay mucha mitología (…) de que se necesitan hospitales especiales o tener centros exclusivamente para coronavirus. No. El coronavirus nuevo (…) se comporta como una enfermedad respiratoria de moderada a baja gravedad. Es más leve que la influenza estacional”, aseguró el 11 de febrero.
De ser “más leve que la influenza”, a cuadruplicar los decesos por neumonía e influenza juntos: 31 mil 81 muertes en todo 2019 vs. 128 mil en diez meses; de no necesitar “hospitales especiales”, a tener que reconvertir 290 (IMSS).
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Curiosamente en la playa nudista más famosa del país, Zipolite, donde decidió no sólo vacacionar, sino exhibirse mientras en el país se apilan muertos, terminó de retratarse de cuerpo entero. Nadie cuestiona su derecho a tomar un descanso. Es sano y necesario. Él y cualquiera tienen derecho a hacer lo que les plazca con su tiempo libre. Cuestionable, que decidiera en el momento más crítico tomar un receso, pero nada hay de ilegal en ello. Lo inentendible es que optara por exhibirse en una playa, cuando es el responsable del manejo de la pandemia. Y lo repudiable es que diga una cosa y haga otra.
El subsecretario ha quedado anulado. Su rigor científico nunca existió. Sus mentiras lo definen. Sus contradicciones e inconsistencias lo envuelven; las cargará lo que le reste de vida pública. Sobre sus hombros hay más de 128 mil muertes.
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-Off the record: Se siguen reforzando en Cancillería ante la nueva etapa que vendrá con Washington. Además de la llegada de Roberto Velasco a la dirección para América del Norte, y de Esteban Moctezuma a la embajada en EU, está por nombrarse a Jaime Vázquez Bracho como director general de Servicios Consulares, posición clave. Vázquez, director de Análisis Estratégico, colaboró con el equipo de vacunas y tratamientos anti COVID-19 que encabeza el canciller
Ebrard y estuvo a cargo de traer la prueba de la vacuna de Novavax, que viene de EU. Se pone a punto al equipo para relanzar la relación bilateral.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
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