COLUMNA INVITADA

Prestigio: la OTAN en el futuro de México

Con más de 250 mil militares en activo, las Fuerzas Armadas de México serían, en términos numéricos, la tercera fuerza militar más grande de la alianza

OPINIÓN

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Íñigo Guevara Moyano / Colaborador. / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Después de toda crisis hay una ventana de oportunidades para ajustes positivos. Con el ocaso estrepitoso de la administración de Donald Trump, el gobierno de Joe Biden tendrá como prioridad la reconstrucción de la imagen de Estados Unidos. De par a este enorme reto, viene la oportunidad –mucho más profunda– de influenciar la reingeniería de la comunidad internacional, especialmente los bloques de aliados y socios.

La manera más fácil de enmendar el daño reputacional, causado por el unilateralismo incongruente y autoritario de la ya conocida política America First, será promover y fortalecer una alianza centrada en el multilateralismo. Es ahí donde México y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podrán jugar un papel estelar.  

Hay análisis serios en Washington que comienzan a entender la profunda importancia que puede tener México en el futuro de Estados Unidos, tanto como su principal socio comercial en un contexto bilateral, como una parte integral de Norteamérica. 

El ensayo Seek Membership for Mexico (Buscar membresía para México) publicado por el Atlantic Council, uno de los principales centros de pensamiento de Washington (centroderecha), argumenta los beneficios de proponer la adhesión de México a la OTAN como parte de un volumen de 20 ensayos que buscan robustecer y energizar a la alianza militar más poderosa del mundo. 

Si bien los autores admiten que la propuesta es una hipótesis diseñada para generar un debate generacional, vale la pena analizar la propuesta: 

Creada al final de la Segunda Guerra Mundial para organizar la defensa de Europa Occidental de la agresión soviética, la OTAN ha llevado a cabo una expansión significativa durante los últimos 30 años para incorporar a las naciones del exbloque soviético.

Hoy está compuesta por 30 miembros (27 en Europa, Canadá, EEUU y Turquía). Lo importante de entender es que la membresía es tan flexible como el país adherente lo requiera.  Por ejemplo, Francia no participa en la estructura militar integrada y no hay bases extranjeras en su territorio. Islandia no tiene Fuerzas Armadas, su seguridad depende sólo de fuerzas intermedias y su defensa de fuerzas extranjeras en su territorio. 

Los miembros más recientes de la organización –Macedonia del Norte (2020), Montenegro (2017), Albania y Croacia (2009) se encuentran lejos de ser potencias militares por sí solos, sin embargo, en conjunto forman un bloque político-militar, que se perfila como una alianza internacional de países democráticos que trascenderá Europa y Norteamérica. Aparte de sus miembros, existen otros países como Colombia, Australia, Japón, Corea y Emiratos Árabes Unidos que mantienen un nivel distinto de adherencia – son socios.    

¿Qué le ofrece la OTAN a México?  En primer lugar, prestigio internacional, acceso a la organización política y militar más fuerte del mundo. 

En segundo lugar –y mucho más tangible– requeriría a las Fuerzas Armadas mexicanas buscar el grado de profesionalización y los estándares de modernización más altos del mundo, y junto con ello esquemas de financiamiento e inversión acordes a la posición actual de México en el mundo.  

Finalmente, relevancia, sobre todo en el contexto de México como una parte integral de Norteamérica. 

¿Qué ofrece México para la OTAN? Con más de 250 mil militares en activo, las Fuerzas Armadas de México serían en términos numéricos, la tercera fuerza militar más grande de la alianza (después de EEUU y Turquía).  

Si bien las Fuerzas Armadas mexicanas carecen de algunas capacidades convencionales modernas, son hoy por hoy una fuerza moderna con vasta experiencia en operaciones de estabilización, seguridad interior, y respuesta a desastres, es decir las principales tareas en el presente y futuro para los militares alrededor de todo el mundo. 

Finalmente, con la experiencia personal de haber capacitado por varios años tanto a fuerzas de la OTAN, como a las mexicanas, me atrevo asegurar que la brecha profesional entre ambas no es tan amplia, como una otrora perspectiva malinchista podría sugerir

POR ÍÑIGO GUEVARA MOYANO
*DIRECTOR DE LA COMPAÑÍA JANE'S EN WASHINGTON, D.C.