No es el entorno, ni el ambiente en el que vivimos, lo que determina nuestro futuro, todo depende de la manera como elegimos vivir, lo que queramos cambiar, la manera como podamos adaptarnos y mejor aún adelantarnos a las circunstancias. Pero más importante es lo que realmente hacemos, el compromiso y la determinación con la que ejecutemos nuestros proyectos. El ambiente envuelve al que no sabe que hacer y siempre cobra víctimas en los que no actúan. El mal tiempo no dura siempre y sin embargo siempre preludia un cambio, pero el cambio, resultará positivo sólo si nos preparamos y trabajamos para ello.
POR SALVADOR CERÓN
ECONOMISTA
@ACCRESPONSABLE