Por definición, los desastres naturales y las pandemias llegan sin avisar y nadie está totalmente preparado para lo desconocido.
Lo que sí sabemos es que hay países que estaban en mejor o peor circunstancia para enfrentar la llegada del COVID-19. Esto lo ha documentado el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el mundo y para México.
El Índice de Desarrollo Humano elaborado por el PNUD mide el desempeño de los países en tres dimensiones: salud (esperanza de vida al nacer), educación (años promedio de instrucción y los esperados), e ingreso (nacional bruto per cápita). En el informe publicado en 2019, México se colocó en el sitio 76 de 189 países evaluados.
Pero, a diez meses de la llegada del COVID-19, ¿cuál ha sido el impacto de la pandemia en el desarrollo humano en México?
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En materia de salud, en 2018 existían los esquemas contributivos del IMSS, ISSSTE principalmente, y el Seguro Popular, que proveía servicios de salud de libre afiliación y amplio alcance para la población informal y no asalariada. El nuevo gobierno creó el INSABI, cambió reglas para el abasto de medicamentos, canceló licitaciones y desapareció al Seguro Popular sin definir reglas de operación para el nuevo sistema, “generando incertidumbres y confusiones que a la fecha no terminan por resolverse”.
Como efecto de la pandemia, se elevarán las tasas de mortalidad en la población en general, aunque el grueso se concentra en población adulta y con menor efecto para la esperanza de vida al nacer. Sin embargo, la pandemia si tendrá impacto en la tasa de mortalidad infantil (menores de 5 años) que podría elevarse hasta niveles observados en 2013.
Por lo que hace a la educación, el informe de 2019 reconoce que si bien se ha avanzado en cuanto a los años esperados de educación de las nuevas generaciones, las brechas de desigualdad persisten y los rezagos se agudizan en las poblaciones indígenas, aquellas con alguna condición de discapacidad o los grupos debajo de la línea mínima de ingresos.
Se prevé que el mayor impacto que tendrá el COVID será en los índices de deserción escolar. Con datos de la SEP, se estima que 800 mil estudiantes que cursan el tercer año de secundaria van a interrumpir su educación media superior.
En cuanto al ingreso, el pronósticos para la economía nacional a principios del año era muy débil luego de la caída del PIB en 2019. Asumiendo una reducción del 8.5%, el informe prevé una caída del ingreso per cápita en 2020 hacia los 16mil dólares, valor similar al observado en 2011. Bajo este escenario, “la crisis económica podría significar una perdida de nueve años de progreso” en el índice de ingresos.
La pandemia ha puesto en evidencia debilidades estructurales y agudizado las brechas de desigualdad existentes. El informe apunta los enormes desafíos sanitarios, económicos y sociales que tendremos que enfrentar.
POR VERÓNICA ORTIZ
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