AGENDA CONFIDENCIAL

Luisito se deslinda

Si Videgaray no fue el jefe de Rosario Robles, entonces, ¿quién fue el responsable de la actuación de Chayito?

OPINIÓN

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Luis Soto/ Agenda Confidencial /Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Perplejo se quedó Luis Videgaray Caso cuando se enteró que la señora Chayito, pretende salpicarlo con la intención de librar la cárcel. “Yo no tuve relación alguna, directa o indirecta en la llamada Estafa Maestra, y mucho menos me beneficié de dicho presunto mecanismo… yo nunca fui jefe de la maestra Rosario Robles. Como compañeros de gabinete fuimos pares, y nunca hubo relación de subordinación entre nosotros. Ni ella, ni sus colaboradores recibían instrucciones de mi parte”, aclaró Videgaray en su cuenta de Twitter.

 Si Videgaray no fue el jefe de la señora, si nunca se enteró de cómo gastaba el presupuesto cuando fue titular de la Sedesol y Sedatu; si las ampliaciones presupuestales se hicieron con transparencia y apego a la ley y siempre para programas y acciones de política pública con fines lícitos, como argumenta el exsecretario de Hacienda y excanciller, entonces, ¿quién fue el responsable de la actuación de Chayito?.

Pues no hay otro más que Enrique Peña Nieto, pensaría cualquiera. ¿Y yo por qué? Preguntaría.

Para quienes lo hayan olvidado, la decisión de nombrar a María del Rosario Robles Berlanga, primero como vicecoordinadora de Política Social, a las órdenes de Luis Videgaray Caso en el equipo para la transición gubernamental del presidente electo, fue de Peña.

El columnista recuerda que cuando se  hizo el anuncio oficial de ese nombramiento, los medios de comunicación y las denominadas redes sociales de Internet se enfrascaron en una agria polémica, en la que prevalecieron las descalificaciones para la exjefa de Gobierno del Distrito Federal y expresidenta del Partido de la Revolución Democrática, quien había sufrido una larga travesía en el desierto que incluyó la renuncia a su militancia en ese partido y su alejamiento forzoso de las actividades políticas.

Fue Enrique Peña Nieto quien rescató a Rosario Robles del penoso viacrucis que le provocó su fallida relación con el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, que se volvió cruel y escandalosa para la exmilitante de la izquierda; le dio un nombramiento; la colocó nuevamente bajo los reflectores, y le concedió una oportunidad más para tratar de reivindicarse en la política.

Y a pesar de que varios de sus colaboradores le advirtieron que la señora no iba a aportarle nada a su gobierno por la simple razón de su inexperiencia en la materia y su ineptitud política, la designó secretaria de Desarrollo Social. Fue Peña quien le encargó a la señora la Cruzada Nacional Contra el Hambre; fue él quien le dijo: “No te preocupes, Rosario”, cuando la agarraron a guamazos porque los programas sociales los estaba utilizando el PRI para la compra de votos.

Aunque también hay que señalar que lo que afirma Videgaray en su carta aclaratoria, en el sentido de que no sabía qué hacía o dejaba de hacer Chayito, nadie se lo cree.

Tanto él, como Enrique Peña sabían en qué “invertía” Rosario los recursos de los programas sociales en Sedesol y Sedatu.

 

POR LUIS SOTO
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