TRES EN RAYA

Ganará Morena en el 2021

Ya están en las fechas límite para que los partidos decidan si acuden a las urnas en alianza opositora o si van de forma independiente

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de México: EspecialCréditos: FOTO: Especial

Poco importa el sentimiento de una buena parte de la población que se ha encontrado traicionada por Morena o que ve cómo el país desciende vertiginosamente —para una parte importante de los mexicanos— en una situación aún más precaria a la que se vivió antes del 2018.

Simplemente este año se estima que se sumarán doce millones de nuevos pobres (Coneval/Inegi), lo cual no solo será por causa de la pandemia, sino también por las nulas políticas de salvamento de empleos emprendidas por la 4T.

Con las elecciones intermedias y locales a celebrarse a menos de un año, muchas personas suponen que el Congreso podrá dejar de ser avasallado por el partido en el poder y servirá, por fin, como el verdadero contrapeso al poder ejecutivo. Esto es, que no seguirá siendo comparsa de los designios del presidente, como hasta ahora muy a la usanza de viejas administraciones priistas.

Además de miles de cargos de elección popular, estarán en juego 15 gubernaturas. Así, casi la mitad de los ejecutivos locales del territorio nacional tendrán la opción de mantenerse en la oposición, seguir en Morena (Baja California) o trocarse en dicho color.

Dados los números en economía, desempleo, violencia, muertos, infectados por el covid y un largo etcétera, muchos estiman que Morena puede perder la mayoría en la Cámara de Diputados y muchas de las gubernaturas en pugna. Quienes así cabildean han olvidado dos importantes temas a tomar en cuenta:

El primero es el mismo Andrés Manuel; su ímpetu y la percepción que sigue teniendo entre una muy importante parte de la población. Bien que mal, ello hará que la “marca” Morena siga teniendo arrastre. Las encuestas lo dicen. Los espacios de análisis lo dicen. Hasta las redes sociales lo dicen.

El presidente López Obrador también lo sabe y por eso logró casi emparejar la consulta popular de los ex presidentes al proceso electoral del 2021. Al hacerle propaganda al ejercicio, también él estará finalmente y de cierta manera en las boletas.

El otro tema igualmente importante no radica en el hacer o deshacer de la 4T, todos sus problemas y desaciertos —incluyendo las malas planeaciones que van desde desfogar una presa fuera de tiempo a construir en un terreno que se inunda continuamente. Se trata más bien de la muy flaca oposición en nuestro país.

Diferentes estados ya están en las fechas límite para que los partidos decidan si acuden a las urnas en alianza opositora o si van de forma independiente. Y en muchos casos la decisión de los institutos políticos está siendo ir cada uno por su lado. Poco les importó tener los números de diferentes ejercicios demoscópicos en donde de forma clara se expone que no hay manera de que puedan ganar si van por cuenta propia.

La soberbia y la poca practicidad están dinamitando la única forma probable de vencer a Morena en los diferentes estados y niveles de gobierno. Cierto, este tipo de alianzas son tan “fuertes” como su eslabón más débil (basta que un partido o candidato en lugar de posicionarse en una plataforma política compartida, decida ir por su libre arbitrio o darle la espalda a los demás partidos, para que dicha fuerza desaparezca por arte de magia), pero habría que intentarlo pues la alternativa ya la conocemos.

Pareciera que los primeros que quieren que gane Morena son los líderes de los partidos de oposición que no pueden ni quieren dejar sus diferencias a un lado para construir una alianza —en ciertas temáticas y con una agenda muy concreta- capaz de vencer al hoy partido en el poder.

Demuestran con su actitud la pequeñez de miras y, lo peor, la poca o nula importancia que le dan a la demanda de sus simpatizantes. Son estas acciones las que cada día separan más a la ciudadanía del quehacer partidista y llevan a buscar otras opciones que lo único que logran es dispersar aún más el voto opositor.

No se llamen sorprendidos los partidos de oposición si sus miembros siguen disminuyendo, tampoco clamen por fraude electoral o que perdieron porque “la gente prefirió votar por Morena”. Todos esos subterfugios serán un cúmulo de falsedades.

Muy probablemente Morena ganará en el 2021 y ello se deberá a que la oposición política no supo estar a la altura de las circunstancias, ni escuchar a un importante sector de la ciudadanía que clama por un nuevo cambio democrático.

Antes de la elección del 2021 es el momento perfecto de reinventarse y acercarse a las necesidades de los votantes. Pues si bien se votará el próximo año, las decisiones tomadas en estos meses de no lograr las alianzas hacen suponer, desde ahora, cuál será el resultado que obtendrán en las elecciones.

¡Triste ironía! Morena ganará en el 2021 más de lo que se espera, y quienes ayudarán a su triunfo son los que hoy se proclaman como partidos de oposición.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM