Sin proponérselo, la Alianza Federalista, FRENA y Sí por México, son tres movimientos de reciente creación que han provocado serias preocupaciones en Palacio Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador y sus “operadores” políticos nunca se imaginaron que la “oposición” pudiera reagruparse en tres frentes totalmente diferentes.
La 4T logró algo inusitado. Algo que ni siquiera ha conseguido en Morena: logró unir a todos… pero en su contra.
Esta capacidad de cohesión tuvo efectos en un bloque totalmente antagónico al gobierno federal.
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Y aunque el presidente los descalifica y minimiza todas las mañanas en su conferencia de prensa, lo cierto es que es algo que le preocupa sobremanera y nunca lo va a reconocer públicamente.
Su estrategia es el ataque y otros recursos propagandísticos para desviar la atención, como su idea de musicalizar las “mañaneras”
Sin embargo, los grupos de oposición están ocupando parte importante de la agenda pública, acción que no gusta en absoluto al jefe del Ejecutivo.
Esta semana, por ejemplo, la Alianza Federalista, conformada por 10 gobernadores, envió una carta al demócrata Joe Biden para felicitarlo por su triunfo en las elecciones, cosa que hasta la fecha se ha negado a hacer AMLO.
También se mantienen firmes en la idea de romper el Pacto Federal, tema que retomarán después de conocer el desenlace que tenga la aprobación de Presupuesto 2021.
En el caso de FRENA, cuya cara visible es el empresario Gilberto Lozano, ya cumplió 54 días de plantón en el Zócalo (siete días más de lo que duró el plantón de AMLO en Reforma) y no tienen para cuándo retirarse.
Más allá de la exigencia de renuncia del Presidente, es un movimiento auspiciado por empresarios de Nuevo León, que han invertido en otros movimientos para hacerle contrapeso a la 4T. Y eso no tiene de muy buen humor a López Obrador.
Pero como dicen por ahí: Éramos muchos y parió la abuela. El pasado 20 de octubre se conoció el lanzamiento de la organización “Sí por México”, cuya cabeza es el empresario Claudio X. González Guajardo, fundador de Mexicanos Contra la Corrupción.
Este personaje se había convertido en uno de los “villanos” favoritos de las mañaneras, porque el presidente siempre lo mencionaba como integrante de la mafia del poder y los conservadores.
Ya lo tenía atravesado, pero esta semana terminó de caer de su gracia cuando apareció en un encuentro con los dirigentes del PAN, Marko Cortés; del PRI, Alejandro Moreno; y del PRD; Jesús Zambrano, anunciando un conjunto de alianzas de cara a los comicios de 2021.
Firmaron un acuerdo para arrebatarle la mayoría a Morena en la Cámara y las 15 gubernaturas. Y ahí sí, se prendieron los focos de alerta en Palacio Nacional.
El propio Presidente llamó a dirigentes de Morena para conocer la estrategia que implementarán rumbo al 2021.
Es respetuoso de la vida interna del partido, pero pocas veces como ésta no lo habían escuchado y visto tan preocupado, por lo que en los próximos días conoceremos la respuesta a estos movimientos desde el gobierno y el partido.
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El pasado 9 de noviembre sesionó la Junta de Gobierno de lo que será el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral. Aprobó el nombramiento de quienes ocuparán los cargos más importantes de su estructura, como coordinadores generales y personal directivo. Lo raro de todo esto es que lo hizo prácticamente en lo oscurito sin que lo conociera la opinión pública.
Dicen los que dicen que saben, que tal vez se manejó con mucho sigilo porque la mayoría de los cargos van a ser ocupados por gente muy cercana a la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, y su familia.
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Contrario a lo que dicen y piensan en la dirigencia de Morena en la CDMX, me comentan que Patricia Ortiz se mantiene firme en la alcaldía Magdalena Contreras, y el próximo año buscará la reelección, pésele a quien le pese.
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Y como dice el filósofo… Nomeacuerdo: “Con cólera nada conviene más que el silencio.”
POR ALFREDO GONZÁLEZ
ALFREDO.GONZALEZ@HERALDODEMEXICO.COM.MX
@ALFREDOLEZ