Columna Invitada

Clínicas y hospitales públicos de “primer mundo” (25)

En cuanto a la infraestructura hospitalaria y los servicios médicos en general, huelga recordar que deben ser, además de suficientes

Clínicas y hospitales públicos de “primer mundo” (25)
Diego Alcalá Ponce/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México Foto: Foto: Especial

La formación de profesionales de la medicina es un verdadero reto, una gran empresa que requiere de todos los esfuerzos y recursos, tanto humanos como económicos. Esta es una gran tarea que todo buen gobierno, sea de la corriente ideológica que sea, debe anteponer a otros propósitos. El primer objetivo es procurar la salud y el bienestar de la población si distingo alguno. Y ante esta gran asignatura deben enfocarse todos los recursos disponibles para lograrlo.“En el campo de la medicina no cabe la política”.

En cuanto a la infraestructura hospitalaria y los servicios médicos en general, huelga recordar que deben ser, además de suficientes, de primera calidad y eficientes. Pero para lograrlo, todo debe ser debidamente planeado. Afortunadamente, contamos con gran parte de todo lo que se requiere para brindar un mejor servicio y solo es cuestión de reestructurarlo, reorganizarlo; de llevar a cabo esa reingeniería en la que tanto hemos insistido, lo reiteramos y no nos cansaremos de hacerlo. Y desde luego, como también hemos señalado, de nada servirá contar con “clínicas y hospitales de primer mundo”, si no se tiene una plantilla de médicos y de todos los profesionales de la salud altamente capacitados y actualizados. De ahí la importante necesidad de llevar a cabo, periódicamente y de forma obligatoria, congresos médicos nacionales de actualización en todas ramas de la medicina, y con la asistencia de invitados de otros países inclusive. ¿Por qué no se hacen?

Amable lector: ¿Sabía usted que todos los días toma microfibras de plástico? No importa si bebe agua de la llave o compra agua embotellada, microfibras de plástico salen de los grifos de todos los lugares del mundo. Esta es apenas una incipiente información de las muchas que ya están dando cuenta de la terrible situación que ya se está viviendo de forma global, pero que, curiosa y extrañamente, el mundo, ¿incluido usted, amable lector? parece no darse cuenta de nada, o de plano no se preocupa. Quizá se deba a que todavía no ha impactado como una pandemia, aunque de hecho ya lo es, como para restarle atención. Se crea o no, amable lector,“el agua contaminada ya está causando estragos”.

“Mexicanos beben fibras de plástico hasta en el agua embotellada”. –Así como en Nueva York, Nueva Delhi y Australia, el agua potable está contaminada con microfibras de plástico y México no está exento, indica un análisis realizado por la Universidad de Minnesota a partir de muestras de agua tomadas en la Ciudad de México (de bebederos y embotelladas) y enviadas a dicha Universidad de Los Estados Unidos. 75 por ciento contiene microfibras de plástico que son ingeridas por los consumidores.

Tres marcas de agua embotellada fueron analizadas: Bonafont, Evian y Zoe Water. Todas arrojaron presencia de partículas plásticas. Lo mismo ocurrió con el agua de bebederos públicos en Polanco, Santa María la Ribera e Iztapalapa. Estos resultados coinciden con la investigación periodística realizada en varias ciudades del mundo, cuya conclusión es que no hay lugar libre de dicha contaminación. Solo dos muestras no reportaron microfibras: la que se obtuvieron del anexo de la Facultad de Filosofía de Ciudad Universitaria y en el tianguis de Playa Erizo de Iztacalco. Sin embargo, la ausencia de químicos en la muestra no implica la inexistencia de los mismos en el agua de la zona. EL UNIVERSAL- 06- 09 – 2017.

Amable lector: Este tipo de información, a pesar del tiempo transcurrido de su publicación, no significa que no tenga vigencia o ya caducó, por el contrario: es más actual y alarmante. Y esa es precisamente la preocupación sobre esta problemática del agua contaminada. Situación que ya hace rato que está causando estragos en la salud de la población y que, de hecho, ya es una epidemia. De ahí la urgente necesidad de contar con más y mejores servicios médico-sanitarios y, desde luego,con más y mejores médicos especialistas capacitados y actualizados permanentemente en enfermedades derivadas del consumo de agua contaminada y bebidas azucaradas, como la insuficiencia renal, para que no se presenten casos de “presunta negligencia”. Continuará…

 

POR DIEGO ALCALÁ PONCE
DIEGOALCALAPONCE@HOTMAIL.COM

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