Una ráfaga de viento fresco sopló en Petróleos Mexicanos ayer cuando su director general Octavio Romero dio a conocer sus resultados trimestrales del periodo julio–septiembre. Si bien en el informe se observa un desplome gigantesco de casi 32 por ciento en los ingresos (cayendo de 350 mil millones a 239 mil millones de pesos), es verdad que la empresa logró una utilidad neta de mil 411 millones de pesos. Pequeña, pero utilidad.
¿Qué está haciendo bien Pemex? Varias cosas. Una de ellas es que, finalmente, se reporta una reducción en el robo de combustible equivalente a 10.6 por ciento, según dijo la propia empresa. Asimismo, la firma obtuvo mejores rendimientos financieros y hasta una utilidad cambiaria.
Pemex tiene una deuda enorme, de 2 billones 476 mil millones de pesos, al cierre de septiembre. Este dato es 25 por ciento superior al de septiembre del año pasado, pero la empresa explicó que este incremento ocurrió porque dispuso de saldo en sus líneas de liquidez y por la depreciación año con año. También reiteró su compromiso de no endeudarse más este año y el siguiente y de iniciar un proceso de reducción del saldo deudor a partir de 2022, y reveló que ha invertido este año, hasta el trimestre reportado, 9 mil millones de dólares de su programa de inversiones.
Petróleos Mexicanos es rentable a nivel de operación, de acuerdo con lo que se lee en los estados financieros ayer. Pero la empresa es fuertemente vulnerable por su nivel de endeudamiento y por la carga fiscal que pesa sobre ella. En el trimestre reportado, por ejemplo, la firma enfrentó precios más bajos para la mezcla mexicana, y vendió menos volumen. Sus ventas en México se desplomaron de 202 mil millones a 120 mil millones de pesos en el trimestre.
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Pemex sigue sin ser una empresa financieramente sólida, pero parece empezar a estar mejor manejada. Sus calificaciones de deuda continúan muy deterioradas y 3 de cuatro calificadoras siguen amenazándole con perspectivas negativas.
No obstante, arrojó un EBITDA positivo y una utilidad neta mínima. Esto envalentonó a Octavio Romero a participar incluso en la típica llamada de conferencia con analistas financieros ayer.
Si los datos de ayer se repiten en los siguientes trimestres y si toman una senda positiva de manera regular, es posible que a lo que aspiremos durante este sexenio sea a tener una Pemex financieramente estable y operando con mayor normalidad. Ya con eso eventualmente podremos ver cómo baja su nivel de endeudamiento. Ojalá.
Cemex Potente
La empresa que encabeza Fernando A. González sorprendió a todo el mundo al reportar el más robusto flujo de efectivo y EBITDA desde 2016 y al referir que hubo una “recuperación significativa del volumen” en los mercados que experimentaron confinamientos por la pandemia en el segundo trimestre.
POR CARLOS MOTA
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