PRODUCTOS LÁCTEOS

La historia del madruguete antilácteos

El gobierno aprovechó la norma de etiquetado para crear otra para lácteos

OPINIÓN

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Carlos Mota | Un Montón de Plata | Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El madruguete antilácteos de esta semana, en el que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) prohíbe la venta de varias marcas de quesos y yogures, tiene varios destinatarios, algunos de ellos empresarios destacados de México como Eduardo Tricio, de Grupo Lala, o Álvaro Fernández Garza, de Grupo Alfa (propietaria de Sigma Alimentos).

La historia reciente es clave para comprender el asedio. A principios de este año el gobierno aprovechó la nueva norma de etiquetado (NOM-051) para crear otra norma que aplicaría a quesos y yogures (la NOM-223).

En abril, el gobierno otorgó 10 meses de prórroga a las empresas para ajustar las etiquetas a sus productos. Sin embargo, el madruguete antilácteos empezó en la segunda semana de septiembre, cuando la autoridad realizó 8 inmovilizaciones de productos de Sigma en tiendas, que no fueron debidamente notificadas.

En la segunda quincena de septiembre Sigma decidió reetiquetar todos los productos, porque estimó que la autoridad no cumpliría con la prórroga otorgada (cosa que ocurrió esta semana).

La empresa había presentado varios escritos a lo largo de los meses, sin recibir respuesta hasta el momento.

La guerra contra esta y otras firmas estaba declarada, particularmente de cara a la conmemoración del Día Mundial de la Alimentación, que se celebrará el 16 de octubre. Por lo anterior, el lunes, mientras el presidente AMLO hablaba de la revisión histórica a los sucesos del 12 de octubre y los reporteros de la mañanera le preguntaban sobre la gira de su esposa a Europa, la dirección general de Normas estaba solicitando a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (Antad), que preside Vicente Yáñez, que las tiendas asociadas retiraran muchos productos de los anaqueles, de marcas y empresas como Lala, Sigma, Bafar, Santa Clara, etc.

La sorpresa fue mayúscula en la industria. Varias empresas quisieron contener el acto, pero parecía demasiado tarde para el anuncio público, que ocurrió la noche del martes. Ese mismo día, por ejemplo, Sigma entregó un escrito a la dirección general de Normas para acreditar el cumplimiento cabal, en todos sus productos, de todas las NOM vigentes, y solicitó terminar con la inmovilización. Incluso envió fotografías y escritos jurídicos dando soporte a su solicitud.

Ayer la situación era crítica. Tras reuniones urgentes de la Cámara Nacional de Industriales de la Leche se buscaría la intervención de Bosco de la Vega, del Consejo Nacional Agropecuario, y se dispondría de un robusto equipo para buscar un acuerdo con la dirección de Normas, que encabeza Alfonso Guati Rojo. Mientas la autoridad escucha… los quesos están resguardados, esperando la cordura en la 4T.

POR CARLOS MOTA
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