Han pasado más de 15 años desde que al señor José Luis le cambió la vida. Buscar a su hija desaparecida en Ciudad Juárez, Chihuahua, lo llevó a ser “papá buscador”, un hombre que sale a marchar junto con centenas de mujeres arrojando diamantina como forma de protesta a la violencia de género. Pero también es ese padre de familia que no deja de sentir la ausencia del ser que ama y sueña con su regreso a casa.
En El Heraldo de México entrevistamos al señor José Luis Castillo Carrión, padre de Esmeralda Castillo Rincón, una joven que se encuentra desaparecida desde el 19 de mayo de 2009. Desde ese día, su familia no deja de buscarla enfrentándose a retos, amenazas y hasta la cárcel, pero todo vale la pena cuando el objetivo es volver a verla y realizarle la fiesta de XV años que tanto anhelaba.
“Donde quiera que esté hija, usted sabe cómo es su padre de aferrado como decimos acá en Juárez, no pierda la esperanza mi niña, próximamente nos vamos a encontrar, nos vamos a abrazar y vamos a hacer esa fiesta, esa quinceañera, mi niña, que quedó pendiente de cumplirle, mija. Reciba un abrazo y sea fuerte, pronto nos vamos a reencontrar toda la familia Castilla Rincón”, expresó el padre de familia.
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Con gran amor en su voz, el señor José Luis recuerda que él y su hija Esmeralda siempre partían una sandía a la mitad y entre los dos se la comían. Ahora, situaciones como ver esa fruta en su hogar no dejan de causarle nostalgia. Y es que el padre de familia comparte que aunque no puede estar llorando todo el día, en cualquier momento la tristeza le llega al recordar ese momento en el que no volvió a ver a su ser amado.
Era la tarde del 19 de mayo de 2009 cuando Esmeralda salió de su casa para ir a la escuela en Ciudad Juárez. Esa jornada la adolescente de 14 años de edad se fue sola porque su papá estaba enfermo y su madre no estaba. Lamentablemente no regresó y hasta la fecha, a 15 años después, no hay noticias de su paradero. Sigue desaparecida.
15 años sin avances…
A 15 años de la desaparición de Esmeralda, todavía no hay ningún tipo de avances. De acuerdo con el señor José Luis, actualmente el caso se encuentra en el Tribunal Colegiado y de ser necesario, su familia piensa llegar hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) e incluso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
No obstante, una de las mayores peticiones de la familia de Esmeralda consiste en que se separe la Comisión de Búsqueda del estado de Chihuahua de la Fiscalía General de Justicia estatal, ya que el primer organismo debe tener sus propios recursos para tener personas buscadoras profesionales y que la instancia no se realice sus labores únicamente desde los oficios.
“Si no tenemos quién los busque y quién los identifique, pues está difícil dar con ellos. Nosotros como padres de familia tenemos que andar buscando. ¿Cuántos grupos de madres buscadoras tenemos? que andan buscando restos óseos con nuestros propios recursos y las personas que se deben hacerlo se dedican a crear oficios, a obstaculizarnos”, dijo el padre de Esmeralda.
Esos obstáculos y la incertidumbre fueron los que llevaron al señor Castillo y a su familia a salir a las calles desde el primer día que desapareció Esmeralda para comenzar a pegar pesquisas, buscar en su escuela y preguntar a sus amigos. No obstante, también llegaron a vivir situaciones más complicadas como el tener que echarse alcohol en la ropa para ir a las cantinas y las casas de masajes de Chihuahua.
Y es que de acuerdo con el padre de familia, en Ciudad Juárez suele ser muy común encontrar a jóvenes con reporte de desaparición en casas de masajes siendo víctimas de algún crimen. Pero ojo, descubrir este mundo delictivo, también fue un gran reto.
Su delito fue buscar a Esmeralda: José Luis Castillo pasó 8 meses en prisión
En medio de toda su búsqueda, el señor José Luis acudió a la Ciudad de México y denunció las casas de masajes que hay en Ciudad Juárez como “prostíbulos disfrazados”. Sin embargo, cuando regresó a su estado, lo acusaron injustificadamente a él y a su hijo de haber asaltado varios de estos establecimientos y los metieron a la cárcel.
El padre de Esmeralda junto con su hijo pasaron ocho meses en prisión sin que se les permitiera que su propia familia les realizaran visitas. A ello se le suma que no tenían los recursos económicos para poder pagar un abogado y poder obtener su libertad.
“Fue difícil estar en la cárcel junto con las personas que estaban acusadas de feminicidio, que estaban acusadas de desaparecer personas, fue algo muy difícil, fue algo muy duro.
Incluso, el señor José Luis señaló que dentro de la cárcel hubo una ocasión en la que intentaron quitarles la vida y los amenazaron “dándoles un mes” para que él y su hijo se salieran del recluosorio, pero también se enfrentaban a las barreras de la autoridad.
“Sin tener yo la manera de pagar un abogado y que te diga el jefe de la delincuencia organizada ‘te doy un mes para que salgas libre’ cuando por otro lado tienes al fiscal que te dice te dejamos salir libre ahorita mismo si te declaras culpable de tres asaltos, sabemos que no los hiciste pero declárate culpable”.
Y es que como le dijo el hijo del señor José Luis a su padre, el único delito que ha cometido esta familia es el de buscar a su ser amado, el querer que Esmeralda regrese a su hogar, una lucha que ni las rejas pudieron frenar.
El machismo y los retos de ser un padre buscador
De acuerdo con el testimonio del señor José Luis, cuando se tiene a una hija o un hijo desaparecido “el dolor es el mismo” tanto para las madres como los padres, pero en su experiencia, se ha dado cuenta que es más difícil vivirlo en el caso de los hombres debido a una sencilla razón: el machismo.
Tomando en cuenta un artículo realizado por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), el machismo es un sistema que se construye a partir de la polarización de los roles y estereotipos que definen lo qué debería ser lo “femenino” lo que debería ser lo “masculino”.
Precisamente por lo anterior, José Luis Castillo tuvo que enfrentarse a situaciones como el no querer dar una entrevista por temor al qué diría la gente si lo ve llorar o el prejuicio de que los hombres no pueden dejar de trabajar aún cuando la causa sea buscar a tu hija desaparecida.
Otro de los grandes retos que ve el papá de Esmeralda es que en las marchas y movimientos contra la violencia de género, los hombres no suelen ser aceptados. Sin embargo, se siente afortunado de conocer a varios colectivos que le han permitido luchar a su lado.
“Para mí es un gusto levantar la voz por los hombres y agradecerles a todas las mujeres jovencitas y mayores que sigan levantando la voz por mi Esmeralda y por todas las jóvenes desaparecidas o asesinadas”, expresó el padre de familia.
Esmeralda siempre lucha con el señor José Luis
Ya sea en una marcha del 8 de marzo o acompañando a familiares de personas desaparecidas, el señor José Luis Castillo suele aparecer portando en su pecho una pancarta con la fotografía, el nombre de su hija y la frase “No me olviden, falto yo” y aunque la gente no lo ve, para el padre de familia, Esmeralda siempre va a su lado.
“Cuando yo voy a una marcha y me miran con la pancarta en un lado, yo siento que mi hija está conmigo, yo siento que mi niña me está diciendo ‘papá, no te rindas, papá, nos vamos a encontrar, papá, tienes que luchar por todas esas mujeres asesinadas, a esas mujeres desaparecidas”, expresó el papá de Esmeralda.
Sin embargo, la joven no sólo está en la lucha. José Luis Castillo recuerda a Esmeralda en todo momento. Cada entrevista que da o conversación en la que ella sale, representa para el padre de familia, un recuento de todo lo que ha pasado le provoca una revolución de emociones que lo llevan a preguntarse “¿hasta cuándo?”.
Y es que el papá buscador como toda su familia vive en una incertidumbre total. El señor José Luis asegura que desconoce si Esmeralda está bien, si se encuentra en situación de calle o incluso, si continúa con vida. No obstante, de lo que sí está seguro es de que está dispuesto a darlo todo por encontrarla.
“Esmeralda donde quiera que esté, con vida o sin vida, tiene a un padre, una madre y una familia”, dijo el señor Castillo.