La lucha feminista consiguió el voto femenino en el año de 1953 tras muchos años de lucha, por lo que el 3 de julio de 1955 fue la primera vez que las mujeres tuvieron la oportunidad de participar en unas elecciones, en esa ocasión se disputaron cargos de diputados federales. El presidente Adolfo Ruiz Cortines fue el presidente que promulgó las reformas constitucionales que otorgaron el voto a las mujeres en el ámbito federal y se publicó en el Diario Oficial el nuevo texto del Artículo 34 Constitucional, el 17 de octubre de 1953.
Aunque el voto femenino ya era una realidad en 1955, muchas mujeres no pudieron ejercer su derecho por diferentes motivos, desde desinterés político, o ideas machistas de la época, hasta no estar casadas, pues las reglas establecían que una mujer soltera podría votar hasta los 21 años y las casadas a las 18 como los hombres.
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Así lo recuerda la señora Margarita Zempoalteca Flores de 83 años de edad, originaria de Los Reyes Quiahuixtlan, Tlaxcala, quien en 1955 tenía 18 años recién cumplidos, sin embargo, no pudo votar por no estar casada, además, de que sus padres no la dejaron ir a las casillas para ver lo que sucedía.
“Mis papás nos dijeron a mi y a mis hermanas que terminaramos el trabajo del campo, porque ir a votar era para hombres”, recuerda Margarita
Sin embargo, mientras trabajaba en el campo, recuerda ver que otras mujeres pasar con sus maridos rumbo a las casillas del pueblo para hacer valer su voto. Con los años, esto no cambió, pues no pudo ejercer su derecho hasta 2018.
“No tenía documentos en orden, mi nieta fue la que me llevó por mi INE ya estando aquí en la ciudad, por eso no podía votar. Yo no sé leer ni escribir y eso hacía más difícil las cosas para mí”, asegura Margarita.
Votar o comer: Nelly Fernández
“En ese momento estaba pelando papayas en el Mercado de la Merced, no recuerdo todo lo que pasó porque trabajé ahí desde los 11 años para poder comer”, recuerda Nelly Fernández, quien ahora es mamá y abuela.
Nelly tiene 92 años de edad, nació y creció en el “Distrito Federal”, como aún se refiere a la capital del país. Recuerda que tuvo que trabajar desde los 11 años en una bodega ubicada en la calle Ramón Corona del Mercado de la Merced, trabajando desde las 4:00 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde.
Declara que nunca tuvo interés por la política, y tampoco estaba muy interesada en votar, y obtuvo su primera identificación del Instituto Federal Electoral (hoy Instituto Nacional Electoral), en los años 70’s cuando los funcionarios del órgano iban de casa en casa para hacer el trámite de la identificación.
“Yo creo que era para que fuéramos a votar, porque había poco interés por las personas, al menos por las que yo conocía. Nadie iba a votar.
Empecé a votar porque en la escuela de mis hijas nos exigían, le preguntaban a ellas si ya había votado. Sentí haber cumplido con mi deber como ciudadana y desde entonces siempre lo hago”, aunque Nelly no recuerda con precisión cuál fue la primera contienda en la que participó.
Sin embargo, desde la llegada del Presidente Andrés Manuel López Obrador, por quien asegura sentir una profunda admiración, considera que su interés por la política pública se ha incrementado, pues desde su perspectiva el mandatario ha tenido un interés genuino en atender a los adultos mayores y las comunidades más necesitadas.
“Ojalá gane una mujer, para demostrar que la mujer vale mucho, por la ideología del mexicano que es muy machista. Creo que en varias ocasiones se ha demostrado que la mujer puede, nada más que no le dan oportunidad, siempre estuvo detrás de un hombre”.
Por primera vez voy a votar por gusto: Elizabeth Morales Mañón
Elizabeth Morales Mañón, conocida como la señora Ely por amigos y familiares, de 88 años de edad y originaria de la Ciudad de México, asegura que solo ha votado dos veces en su vida, pues nunca tuvo un interés real por la política.
“Vote por primera vez a los 40 años, porque una vecina vino a invitarme con ella, entonces fui. Y luego en las elecciones pasadas fui con mi hermano, pero nada más. A mi lo que me gustaba era viajar”, dijo la señora Ely, recordando que en su juventud conoció más de 70 países y 200 ciudades.
Ella asegura que su desinterés político nace de que en esos momentos solamente había un partido, “ponían al que querían y hacían lo que querían, ni cómo votar”, recuerda Elizabeth. Además, a pesar de ser una mujer con estudios técnicos y que trabajó toda su vida, asegura que nunca sintió que ningún candidato la representará.
Estas elecciones no piensa faltar, porque siente que una de las candidatas tiene que llegar a la presidencia para demostrar que las mujeres también pueden gobernar un país.
“Ojalá gane y lo haga bien, que le dé oportunidad a las personas de los niveles más bajos de estudiar más”, concluyó.
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