EL DEDO EN LA LLAGA

Arnaldo José Coen: "Intentar definir el arte es ponerle un límite"

En entrevista con Adriana Delgado, el pintor aseguró que el amor es primordial. "Si uno no ama lo que hace, le puede costar mucho trabajo hacerlo"

NACIONAL

·
Arnaldo José Coen en El dedo en la llaga de El Heraldo Media GroupCréditos: El Heraldo de México

Arnaldo José Coen Ávila es un artista plástico, pintor y uno de los grandes exponentes de nuestro país. Recuerda que el amor por el arte le llegó de su abuela Fania Anitua, una cantante de ópera nacida en Durango, becada por el gobierno de Porfirio Díaz y que fue a estudiar a Italia. Ahí conocío al padre de su padre y la historia ligada al arte comenzó de una manera irrenunciable.

En entrevista con Adriana Delgado para El dedo en la llaga de El Heraldo Media Group, Arnaldo José Coen explicó que su madre lo llevó a conocer a grandes artistas de la época como Frida Kahlo o Jospe Clemente Orozco o Diego Rivera. "A Frida la recuerdo de niño, no hablé con ella, era muy niño y murió cuando yo era muy niño. A Diego Rivera lo conocí cuando yo tenía ya como 16 años", explicó.

Recordó que le gustaba Orozco, "porque era un gran dibujante y un gran pintor, igual que Diego. Me gustó muchísimo sobre todo su época cubista y pues Siqueiros me gustó también mucho, porque inventó todo un sistema de la perspectiva curvilínea y con la perspectiva curvilínea y la poliangularidad que fue como estructuraba el espacio, yo los admiraba por ese lado no por la parte temática", abundó.

Pero también aprendió de ellos el concepto de la libertad y no seguir por completo lo que ve en su entorno.

"Era muy importante salirse ya de esa tendencia de histórica del arte, no es que sea más o menos, pero de alguna manera él me quería decir que encontrara mi camino como él encontró el suyo también en el cubismo"

 

"Entonces dije, voy a inventar algo para ver cómo le puedo hacer y jugar con diferentes maneras de expresarme, que fueran todas y que tuvieran una identidad. Entonces tomé como punto de partida la figura femenina, es decir, la silueta femenina, los torsos y las pelvis y entonces, ya con eso le voy a dar identidad al cuadro y posteriormente yo puedo ser libre de pintar dentro de ese espacio al estilo de quien me dé la gana", explicó. 

Arnaldo José Coen conoció a Frida Kahlo y Diego Rivera 
FOTO: Especial 

El autor capitalino recordó que en esa época leía a Salvador Elizondo, Juan García Ponce, Carlos Monsiváis o Gustavo Sainz. Además dijo que en esa época se puso de moda Proust. "Yo intenté leer un libro que todavía no acabo, que es el Ulises de Joyce, pero pues eran mis amigos, estaban traduciendo a esos escritores y pues era fascinante leerlos y estar con ellos, compartir la literatura" abundó.

En el proceso también se interesó por Santa Teresa de Ávila, San Juan de la Cruz, Sor Juana, Octavio Paz, Mario Lavista y otros exponentes que, según sus palabras, fueron muy importantes en su obra.

Sobre la opinión que tiene las personas del arte, el coleccionismo, el éxito económico y otros aspecto laterales del arte, el artista mexicano está seguro que el único que puede decidir es el espectador. "Ninguno vamos a decidir si somos geniales o vamos a tener un mercado. No lo sabemos, los coleccionistas o el coleccionismo va a decidir quién, qué artista existe o no, uno no lo puede elegir. (...) Tal vez tiene que ver con acercarse con el coleccionista, con el museo, con la galería que lo representa, es decir, hay muchísimos factores alrededor de eso que son aleatorios. Al menos yo lo considero así", dijo.

Aunque reconoció que hay artistas que una obra es el producto de una investigación de Mercado y que saber lo que quiere la gente y llegarle a la gente, como si se tratara de un publicista, es una herramienta muy útil para el éxito. "Tienen todo su derecho y puede tener muchísimo éxito por ese camino", reconoció.

La ronda anular de Arnaldo José Coen
FOTO: Especial 

¿Qué tanto importa la crítica? 

"Yo creo que hay críticos buenos y hay críticos malos. Yo creo que hay espectadores que se entregan a una obra y puede ser un crítico o puede ser un niño viendo una obra. Puede ser una gente que no tiene información y lo ve de primer golpe y tiene la autenticidad de poderse proyectar en la obra y recrearla de tal manera, aunque no tenga que ver con lo que hizo el artista"

 

Aunque reconoció que el amor es primordial y fundamental en las obras. "Yo creo que si uno no ama lo que hace, le cuesta mucho trabajo hacerlo.  Y alguna vez me preguntaron ¿qué era el arte? y yo decía, es que definirlo es ponerle un límite. Pero al mismo tiempo se me ocurrió una frase que dice: El arte como el amor y la sabiduría es aquello inefable que se sobrepone a los límites de la razón", sentenció.

 

SEGUIR LEYENDO:

Betsabeé Romero: "Definiría lo que hago como el jugar a cambiar los significados de las cosas"

Teletón y su largo camino para visibilizar la discapacidad en México en voz de su fundador Fernando Landeros

El PRI necesita una autocrítica y una nueva narrativa, asegura Dulce María Sauri