La Agencias Antidrogas de los Estados Unidos (DEA) publicó un nuevo póster en el que anuncia la recompensa para dar con los principales líderes del narcotráfico en México.
Rafael Caro Quintero, alias "Rafa", por el que se ofrecen 20 millones de dólares. Ismael "Mayo" Zambada, por el que se otorgarían 15 millones de dólares. Iván Archivaldo Guzmán Salazar y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, hijos de Joaquín el "Chapo" Guzmán y por quien se anuncian cinco millones de dólares por cada uno.
Ismael Zambada, alias el "Mayito flaco", Alfonso Limón Sánchez, alias "Poncho Limón" y Alfonso Arzate García, alias "Aquiles", son otros presuntos miembros de la delincuencia organizada, que aparecen en el cartelón que se exhibe en puntos estratégicos como la garita de San Ysidro, donde a diario cruzan miles de personas de México a Estados Unidos.
De acuerdo con el periodista del New York Times, Ioan Grillo, esta iniciativa de la DEA surge de la frustración del gobierno estadounidense por los altos índices de tráfico de fentanilo que se tienen registrados, además de la falta de cooperación de sus contrapartes mexicanas.
El largo historial delictivo de Quintero y Zambada los convierten en el objetivo número uno de Estados Unidos. No se puede olvidar que el primero estuvo directamente involucrado en el asesinato de Enrique "Kiki" Camarena en los años 80 y fue liberado en un polémico proceso judicial en México.
Zambada por su parte es reconocido como el líder del Cártel de Sinaloa. El exsocio del "Chapo" Guzmán mantiene un perfil bajo a diferencia de muchos de sus secuaces y nunca ha sido arrestado.
Los hijos de Guzmán Loera mantienen parte del control de la organización que fundó su padre. Se les considera altamente violentos y con un poder corruptor importante.
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